Abrapalabra

En esta novela se dan cita pícaros, recolectores de basura, locos y artistas. Tal pluralidad de mundos, que aparecen en constante fragmentación, funciona para que el lenguaje y los personajes logren establecer procesos de comunicación. La obra, a ojos del lector, pasa a convertirse en dos formas que niegan los extremos para fijarse más en el fondo, es decir, más que en la manera de narrar, acá lo novedoso es la superposición textual y los planos históricos que posibilitan la compresión de la novela. La cultura, la historia, la realidad política y el habla venezolana se interpelan —y al mismo tiempo, se (de)construyen— como forma totalizante y novedosa. Cuatro historias centrales mantienen la verticalidad de la novela. Sin embargo, hay otras “subhistorias” que reclaman ser contadas. Es así que entre lo subyacente y el texto principal, el autor propone una estrategia fragmentaria, mudable y, acaso, no fija del propio relato.

Luis Britto García Narrador, ensayista, poeta, humorista, dramaturgo, fotógrafo, abogado y profesor universitario. Nacido en Caracas en 1940, inicia su prolífica carrera profesional como caricaturista para más tarde colaborar con publicaciones de carácter político. Escribe para El NacionalClarín y La Pava Macha. En la década de 1970, obtiene en dos oportunidades el Premio Casa de las Américas con sus obras Rajatabla (1970) y Abrapalabra (1979). Es autor de más de sesenta obras. Premio Nacional de Literatura (2002) Entre sus libros se destacan Los fugitivos y otros cuentos (1964); Vela de armas (1970); La orgía imaginaria (1984); El imperio contracultural: del rock a la postmodernidad (1991); Golpe de gracia (2001).

Luis Britto García
Abrapalabra
Colección Bicentenario Carabobo 116
ISBN 978-980-440-078-0
746 pp.

Espiritualidad y literatura: una relación tormentosa

La relación entre mito, literatura, espiritualidad y lenguaje es un eje transversal en esta obra ensayística de Juan Liscano, como parte de un intento por identificar cuál es el papel del arte en la época moderna, donde la banalización del capitalismo amenaza con devorar la esencia de lo trascendente. Observa en la literatura, al igual que en el mito, una oportunidad de intermediación entre “un más allá y un más acá”, al crear realizaciones simbólicas, arquetipales, muy cercanas a la experiencia de la espiritualidad, pues avivan el sentido de lo intemporal. A la vez, reconoce en el arte su carácter revolucionario, capaz de desenmascarar, denunciar, para los individuos las trampas de la sociedad.

En este sentido, a Liscano le interesa cómo el artista del siglo XX retoma estas nociones y las expresa en su obra, sus ensayos sobre Gallegos, Rimbaud, Hesse, D. H. Lawrence, entre otros —además de poner en evidencia sus destacadas cualidades como crítico literario—, examinan la búsqueda de estos autores por la realización interior. A través de estas páginas el lector podrá apreciar la profundidad y lucidez de las inquietudes intelectuales de Liscano, así como la claridad de sus conclusiones acerca del acto de escribir.

Juan Liscano Poeta, ensayista y crítico de arte nacido en Caracas en 1915. Formó parte, entre otros, del grupo literario Viernes. También, fundó y dirigió varias revistas, como Zona Franca, y suplementos culturales como el Papel Literario de El Nacional. Fue director de Monte Ávila Editores e individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua. Recibió el Premio Municipal de Poesía en 1943 y el Premio Nacional de Literatura en 1950. Falleció en Caracas en 2001.  Algunas de sus obras más reconocidas son: Nuevo Mundo Orinoco (1959), Panorama de la literatura venezolana actual (1973),Los fuegos apagados (1990) y Nuevas tecnologías y capitalismo salvaje (1995).

Juan Liscano
Espiritualidad y literatura: una relación tormentosa
Colección Bicentenario Carabobo 115
ISBN 978-980-440-107-7
227 pp.

Mis otros Fantoches

Los dieciséis cuentos que reúne este libro tienen un hondo sabor nativo. Son paisajes, o cuadros, que reflejan el sentimiento del venezolano, sus tristezas y carencias, su tragedia y sus continuos avatares. Sin embargo, la escritura de Leo —el “Dibujante del pueblo venezolano”, como lo llamara Aquiles Nazoa— puede subvertir este orden al ofrecer aquello que, entre tanta ternura, el propio autor supo contener más que nadie: el humor. Personajes picarescos en los cuales se distinguen algunos indicios de una venezolanidad inquieta, movediza, que intenta de alguna manera superar sus propias adversidades, por ejemplo, a través de la música o el carnaval. Vida y obra se confunden en este autor; se percibe que muchas de las anécdotas que dan vida a los relatos son recreaciones de lo que le rodea. Cabe preguntarse hasta qué punto, Leoncio Martínez debió mantener su generoso y esforzado ánimo para no caer en las situaciones de sus propias creaciones. Lo cierto es que a través de sus cuentos podemos apreciar su particular mundo, como si viéramos el pasado caraqueño por el agujero de una cerradura.

Leoncio Martínez, Leo Humorista, dramaturgo, poeta, narrador, publicista, periodista y caricaturista nacido en Caracas en 1888. Fue el principal promotor de la creación del Círculo de Bellas Artes (1912). Redactor de El Cojo Ilustrado, La Voz del Pueblo, El Nuevo Diario, Pitorreos y La Linterna Mágica. Junto a Francisco Pimentel (Job Pim) funda, en 1923, el semanario Fantoches del que fuera director y figura principal hasta su muerte. Decorador de obras de teatro, también escribió sainetes y zarzuelas, entre la que sobresale Alma llanera.Asimismo, fue compositor de canciones populares, como Dama antañona. En varias oportunidades, estuvo prisionero durante los gobiernos de Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras. Murió en Caracas en 1941. Entre sus obras destacan El salto atrás (1925); Fantoches pascuales: almanaque humorístico y literario (1934); Poesías (1943), y Los dibujos de Leo (1959).

Leoncio Martínez
Mis otros Fantoches
Colección Bicentenario Carabobo 114
ISBN 978-980-440-104-6
164 pp.

Acto cultural

En plena época gomecista, en un pueblo de Ejido (estado Mérida), se realiza una velada que tiene por objetivo conmemorar los cincuenta años de la Sociedad Louis Pasteur, organizada por su junta directiva. Han decidido representar la obra “Colón, Cristóbal: Un genovés alucinado”. La risa incómoda de seis actores de inocultable talento es el comienzo de Acto cultural, texto que José Ignacio Cabrujas escribió en 1976 y en el que describe las carencias de seis personajes —Lucrecia, Cosme, Francisco Javier, Amadeo, Antonieta y Purificación Chocano— mientras actúan en la obra. Todo lo anterior funcionará como un escenario (dentro de otro escenario) que intenta demostrar cómo la epopeya de Colón es similar al descubrimiento del pueblo de San Rafael, lugar en donde se realiza el acto cultural. El discurso grandilocuente que da inicio a la actividad servirá para mostrar las privaciones de cada uno de estos personajes: Herminia se desvive recordando a su difunto marido; Cosme se pierde en su libido; Purificación evidencia la ausencia de su padre y la falta de reconocimiento por parte de la madre; Francisco Xavier se ahoga en su realidad de reuniones, pautas y actas, y Amadeo no puede dejar de evocar su fracaso marital.

José Ignacio Cabrujas Dramaturgo, actor, escritor de telenovelas, publicista y profesor universitario nacido en Caracas en 1937. Es uno de los intelectuales más representativos de la Venezuela contemporánea. Junto a Isaac Chocrón y Román Chalbaud llegaron a ser conocidos como la “Santísima Trinidad del Teatro”. Fue colaborador de El Nacional, El Diario de Caracas y El Sádico Ilustrado, en donde revela su agudo ingenio y una extraordinaria capacidad para el humor y la sátira política. Sus artículos fueron reunidos en El país según Cabrujas (1992). Entre sus obras de teatro se destacan Los insurgentes (1961); El día que me quieras (1971); Profundo (1972) y El americano ilustrado (1986). Murió en Porlamar, Margarita, en 1995.

José Ignacio Cabrujas
Acto cultural
Colección Bicentenario Carabobo 113
ISBN 978-980-440-103-9
80 pp.

La ciencia amena  

La ciencia amena Acucioso periodista, lector voraz, Arístides Bastidas entendía, como eje de su desempeño periodístico en el campo de la ciencia, su labor divulgadora, pues se debe “llevar claridad a donde existe confusión y llamar las cosas por el nombre con el que la conoce el pueblo”. Títulos como “El hombre atómico debiera aprender de Trucutú”, “Los monos no practican la discriminación racial” y “La materia viva y la materia inerte son harina del mismo costal” —algunas de sus columnas publicadas en El Nacional compiladas en este libro—dejan ver cómo Bastidas por décadas expresó con un lenguaje sencillo y un humor audaz, mucho del saber reservado para un limitado número de estudiosos y académicos. Evolución, robótica, petróleo, demografía, medicina, son algunas de las disciplinas sobre los que estos artículos, además de aportar un grano de saber, tratan de vislumbrar cuál es el papel del ser humano en su contexto, en su dimensión social, pues su progreso en la Tierra ha incidido enormemente en las dinámicas de la naturaleza, en especial, en los últimos siglos. Por consiguiente, la intención didáctica de La ciencia amena se fundamenta en convertir este conocimiento en una herramienta para la autodeterminación, el desarrollo y la cultura del pueblo.

Arístides Bastidas Nacido en San Pablo, Yaracuy, en 1924 fue un pionero del periodismo científico en Iberoamérica. Desde su columna “La ciencia amena” —que publicó en El Nacional desde 1971 hasta su muerte—, abordó ese saber con un estilo divulgativo, interpretativo y de opinión. Recibió reconocimientos por la Unesco y fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo. Publicó más de una veintena de libros, entre otros, El átomo y sus intimidadesCientíficos del mundoCiencia y tecnología, dos bienes sociales y La Tierra, morada de la vida y el hombre. Falleció en Caracas en 1992.

Arístides Bastidas
La ciencia amena 
Colección Bicentenario Carabobo 112
ISBN 978-980-440-100-8
314 pp. 

Bethilde Venus Ledezma Azuaje ganó III Bienal de Literatura Lydda Franco Farías

La poeta Bethilde Venus Ledezma Azuaje ganó con su obra “Péndulo” el concurso de poesía de la III Bienal Nacional de Literatura Lydda Franco Farías, convocada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Centro Nacional del Libro (Cenal), y dirigido a mujeres venezolanas y extranjeras residenciadas en el país con obras inéditas.

Así lo expone el veredicto del jurado conformado por Wafi Salih, Rosa Elena Pérez Mendoza y Ana Felicia Núñez, quienes, por unanimidad, decidieron premiar la referida obra, presentada bajo el seudónimo de Carmen, “debido al alto vuelo poético, la excelente factura en lo lírico, el ritmo magistralmente logrado, los vasos comunicantes entre los poemas, la composición cuidadosa de un texto que resulta entrañable y produce enorme placer al leerlo”.

Además, destacan “el despliegue temático: un constante ir y venir entre generaciones donde la enunciación poética se desdobla y se tensiona entre voces de niña, mujer, madre que con una mirada múltiple presenta a su linaje, donde la palabra no solo invoca la memoria de la infancia y la casa, sino que la reconstruye en un paisaje que se mueve con ella, monte, árbol, río, mar, carretera y también cuerpo, palabra y silencios”.

Salih, Pérez Mendoza y Núñez celebraron que este concurso de poesía dirigido a escritoras haya sido una experiencia gratificante y armoniosa por la satisfacción de ser testigos de “la variedad y la calidad de la escritura que se teje en nuestro país”.

La autora ganadora recibirá por el Cenal un certificado, un premio de Bs 15.000,oo, junto a la publicación del libro por Monte Ávila Editores con edición en versión impresa y digital.

Bethilde Venus Ledezma Azuaje (Valencia, 1970) es licenciada en Comunicación Social y magister en Literatura Venezolana; investigadora, actriz, facilitadora de talleres de teatro y poesía, promotora cultural. 

Autora de los poemarios “Paso de aves” (2018) y “De pequeñas caídas” (2021). Recibió mención honorífica como escritora en la I Bienal Nacional de Literatura “Rafael Zárraga” (2011) por “Esa voz que venía de ella era sangre de mi abuela”. En 2018 ganó el Concurso de Ensayos sobre Teatro de la Compañía Nacional de Teatro con su obra “Cuerpo metáfora. Reflexión en torno a un lenguaje poético escrito por el cuerpo del actor”.

La bienal homenajea a Lydda Franco Farías, reconocida poeta, autora de una obra transformadora y feminista que comenzó escribir a comienzo de los años sesenta. Nacida en San Luis, estado Falcón, en enero de 1943, desde 1963 hasta su fallecimiento, el 2 de agosto de 2004, hizo de Maracaibo su alero para la vida y la creación.

Conjuntamente con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Cenal, también participan en la convocatoria el Gabinete de Cultura de Zulia y la Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello.

Historias y poesía se cuelan en el episodio 16 de Las formas del libro

Son muchas las formas de las historias que las palabras atajan. Entre todas y todos escriben, a lo largo del tiempo, un solo libro. En tal caso, culmina en una reunión, como en este episodio de Las formas del libro en donde se cuela la poesía, especialmente con Ana María Oviedo Palomares, poeta homenajeada en el 16.° Festival Mundial de Poesía de Venezuela, con quien comenzamos este episodio. Le acompañan Osvaldo Barreto (Omau), Fania Castillo, Jorgelina Rodríguez y Cósimo Mandrillo.

Una producción del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Centro Nacional del Libro de Venezuela

Adán Chávez y el intercambio de lecturas con su hermano Hugo en Las formas del libro

Hay libros que son regalados, otros prestados y algunos son regalados a juro. Otros reposan en estantes, en bibliotecas, pero también viajan en morrales, que algunos son de la vida. En el episodio 15 de Las formas del libro, Adán Chávez conversa con Raúl Cazal sobre el intercambio de lecturas que tuvo con su hermano Hugo.

Las formas del libro es una producción del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Centro Nacional del Libro de Venezuela

Ernesto Villegas Ministro del Poder Popular para la Cultura: Intervención en la Conferencia Mundial de Políticas Culturales

A propósito del Mondiacult 2022 realizada en ciudad de México, el ministro del poder Popular para la Cultura Ernesto Villegas, expresó que los asuntos culturales importan a la humanidad y no solo a fragmentos de las naciones, “los asuntos culturales son de la incumbencia de todos”.

Aquí puedes enterarte de la intervención del ministro:

T y F : Prensa MPPC

Sergio Guerra Vilaboy nos aproxima a otras lecturas de la América nuestra en Las formas del libro

En Las formas del libro también jugamos con fuego y junto al historiador cubano Sergio Guerra Vilaboy nos aproximamos a otras lecturas de la América nuestra. Desde su vocación como profesor de la Universidad de la Habana nos propone entender a Latinoamérica a través de los intersticios de una historia comparada en torno a los diferentes procesos independentistas del continente hace 200 años.