La información contemporánea

Federico Álvarez sostiene que la pretensión de restringir la información al reporte de los “hechos” excluye el pensamiento del ejercicio del periodismo y lo aísla de la cultura. Esto responde a la utilización de las noticias como armas de guerra y a la visión de la comunicación como un producto industrial, va consolidando la sociedad de la información dirigida. Y si esto tiene un fuerte impacto político a escala global, también tiene un efecto visible en la práctica concreta de producir los contendidos noticiosos: notas de prensa generadas por distintos medios en países diversos parecen escritas por una sola persona. O simplemente se reciclan despachos emitidos por dos o tres agencias internacionales sin ninguna contextualización. Este “achatamiento” del discurso ha relegado la comprensión profunda de las cosas para dar paso “al predominio de lo anecdótico, de lo episódico en la captación de la realidad, ofreciendo así una imagen fragmentada e irracional del mundo”, afirma Federico Álvarez al final de la década del 70 del siglo XX.  Cuarenta años después, la realidad de hoy le da clara vigencia a este libro, que va las raíces de la reacción entre ideología y propaganda para cuestionar desde ahí el llamado periodismo objetivo, al que le contrapone una visión crítica del periodismo de interpretación. 

Federico Álvarez. Periodista, ensayista y docente universitario nacido en Carora, Lara, en 1932. Desde joven fue militante comunista y dirigente estudiantil. Fue director de la Escuela de Comunicación Social y del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la UCV. Recibió el Premio Nacional de Periodismo y la Orden Andrés Bello. Publicó El periodismo de Andrés Bello (1962), La información contemporánea (1978), La sociedad sin papel también leerá (1988) y Treinta años de periodismo en democracia (1990). 

Federico Álvarez 
La información contemporánea
Colección Bicentenario Carabobo 45
ISBN 978-980-440-019-3
236 pp.

Esta tierra de gracia

A partir del Diario de navegación de Cristóbal Colón, la presencia de los Bélzares —banqueros europeos que vinieron a buscar otro y conquistar territorios— el mito persistente del Dorado, el corsario convertido en leyenda Walter Raleigh, entre otros fascinantes episodios, Issac J. Pardo pudo conjugar la historia derivada de hechos comprobables sin dejar fuera aquellas anécdotas que tienen la sustancia del relato fantástico e inverosímil. El libro comprende las primeras cuatro fases que preceden al periodo de la Independencia: avistamiento al encuentro de dos mundos, la fase de exploración en tierra firme, el periodo de la conquista y el establecimiento de la colonia. Dividido en siete partes el autor resuelve, a partir de párrafos sencillos, desentrañar la imagen que hasta el siglo XVI se había forjado sobre esta tierra con sus particulares rasgos distintivos, rasgos, por cierto, que finalizará en el libro con el crisol de etnias que hasta ese momento se había concentrado en América. Tal como señala su autor, este no es un tratado ni un libro de texto; su esencia fue compilar aquellos relatos que el autor destinaba a su hijo. Fue publicado originalmente en 1955.

Isaac J. Pardo Médico, ensayista, profesor universitario y humorista. Miembro de la Generación de 1928. Fundador y redactor del Morrocoy Azul, también fue director de El Nacional. Fue distinguido con el Premio Juan de Castellanos (1954); Premio Conac de Ensayo (1979); Premio Nacional de Literatura (1984) y Premio Conac de Humanidades (1991). Entre otros libros publicó Estudios de las Elegías de varones de Indias de Juan de Castellanos (1961), Fuegos bajo el agua. La invención de la utopía (1983) y A la caída de las hojas (1998).

Isaac J. Pardo 
Esta tierra de gracia
Colección Bicentenario Carabobo 46
ISBN 978-980-440-020-9
398 pp.

Humor y amor

Romanceros, obras de teatro, poemas electorales, diálogos, sainetes, todo aparece en este libro como un abanico lúdico, un teatrino verbal, un escenario donde la escritura va enunciando la nostalgia y la ironía, el humor y el amor, la ciudad y la crítica social, signos y manifestaciones del paso del tiempo —y del ahora— que el poeta reclama a través de la poesía. La aparición de esta obra en 1970, y las consiguientes reediciones (más de treinta), han demostrado que este es su libro más difundido, más conocido y por consiguiente el que ha posibilitado un mayor acercamiento a la obra de Nazoa. Tal grado de sensibilidad, por parte de los lectores, se debe también a la estética del autor, al desprendimiento de lo hermético o académico sin que pierda interés y atractivo su contenido bajo formas sencillas y directas, pero de alto vuelo sensorial. Así lo popular no es lo feo por su carácter integrador, ni cursi por su falta de sensibilidad, sino todo lo contrario, por convocar y vincular el espacio público (ciudad, calles, historia, música o arquitectura) con el espacio íntimo del habitante de la ciudad. Estos poemas dan fe de ello, sugieren una mayor conciencia por nuestra ciudad y por nuestra cotidianidad en todos nosotros, porque a fin de cuentas, también somos los transeúntes sonreídos.

Aquiles Nazoa (1920-1976) Periodista, poeta, dramaturgo, cronista y humorista. Desde joven desempeñó diferentes oficios, algunos “desagradables, otros muy pintorescos y curiosos, pero ninguno muy productivo, para ganarme la vida” como señala en su “Autobiografía”. Fue corresponsal en Puerto Cabello de El Universal, director de Verbo Democrático, colaboró con Últimas NoticiasEl Morrocoy AzulEl NacionalÉlite y Fantoches. Obtuvo el Premio Nacional de Periodismo (1948) y el Premio Municipal de Prosa (1967). Entre sus libros destacan: El transeúnte sonreído (1945), Los poemas (1961), Caracas física y espiritual (1966) y Vida privada de las muñecas de trapo (1975). 

Aquiles Nazoa
Humor y amor
Colección Bicentenario Carabobo 47
ISBN 978-980-440-007-0
624 pp.

Comprensión de Venezuela

“Lo peor que le puede ocurrir a Venezuela es que al amparo de un presupuesto próvido como el que la riqueza petrolera vuelca sobre el Estado nos trocásemos en un país de burócratas y parásitos”. Esta sentencia de Mariano Picón Salas expresa el espíritu de este libro, preparado en 1948, cuando Rómulo Gallegos aún era presidente. La revisión de la historia le hacía temer que la dirigencia política se extraviara en la ilusión de que era posible lograr las transformaciones necesarias solo con dinero y poder. Esa visión, pensaba Picón Salas, respondía a la exaltación romántica de la gesta de Independencia, a un nacionalismo ingenuo y al desconocimiento de la compleja dinámica geohistórica que signó nuestro proceso de formación económico-social. Veníamos de ser un país cerrado a las corrientes modernizadoras del mundo a causa del “cerrado provincialismo mental” de finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Por eso, abrir la mente, cultivar el espíritu y educar a la sociedad era tan estratégico como abrir carreteras y negociar riquezas. “No hay que engañar al país, sino ayudarlo y comprenderlo, hay que quitar —a quienes todavía la tienen— la falsa ilusión de que Venezuela, como las demás repúblicas sudamericanas, pueden ser países aislados, separados del mundo exterior tras sus peculiares regímenes de gobierno y de sus economías atrasadas como lo fue el sueño de más de un voluntarioso caudillo criollo”. Ese es el propósito de este libro donde el autor recoge once ensayos escritos en distintos momentos.

Mariano Picón Salas Escritor, filósofo, historiador, biógrafo y diplomático nacido en Mérida en 1905. Formó parte del equipo de gobierno de Rómulo Gallegos y posteriormente participó en el diseño de la política cultural durante las gestiones de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni. En 1946 restituyó los estudios de Filosofía en Venezuela al fundar la Facultad de Filosofía y Letras de la UCV, y en 1965 creó el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes. Entre sus muchos libros destacan: Buscando el camino (1921), Problemas y método de la Historia del Arte (1933), Formación y proceso de la literatura venezolana (1940), Viaje al amanecer (1943), Miranda (1946), Los días de Cipriano Castro (1954). Murió en Caracas en 1965.

Mariano Picón Salas
Comprensión de Venezuela 
Colección Bicentenario Carabobo 55
ISBN 978-980-440-032-2
224 pp.

Cipriano Castro. Soberanía nacional e imperialismo

Este libro se suma al esfuerzo por recuperar la verdadera historia de Cipriano Castro, cuya vida y obra fueron borradas por el gomecismo y sustituidas por una leyenda negativa, mezcla de tergiversaciones, medias verdades y ficciones. Esa recuperación no se agota en hacerle justicia —con sus luces y sombras— al líder de la Restauración Liberal, sino que replantea el estudio de una época en la que se definió el destino de Venezuela como satélite suplidor de petróleo de un sistema trasnacional de extracción y acumulación de capital dominado por los intereses geoestratégicos de Estados Unidos. La indagación sobre Castro se convierte, entonces, en un estudio crítico sobre el rol de Venezuela en el desarrollo y la expansión del capitalismo en su fase imperialista, que desde finales del siglo XIX la sometió a despojos territoriales, negocios lesivos para nación y una fuerte presión para controlar desde afuera las políticas relacionadas con la explotación de las riquezas. El efecto más visible de esto fue “la involución de nuestra soberanía y la mutación de Venezuela, república soberana, en neocolonia del imperio estadounidense, agravio que fue posible por la avilantez de una cáfila ávida de poder y riqueza promovida por Washington”. 

Manuel Carrero Murillo Historiador, ensayista y docente universitario con doctorado en Historia. Coordinador de Investigación de la Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública y de la Cátedra de Historia Insurgente Federico Brito Figueroa. Premio Nacional de Historia 2020. Profesor de posgrado en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual y en el Programa Nacional de Formación Avanzada en Historia, de la Universidad Nacional Experimental de las Artes.

Manuel Carrero Murillo 
Cipriano Castro. Soberanía nacional e imperialismo
Colección Bicentenario Carabobo 56
ISBN 978-980-440-033-9
334 pp.

Mi padre el inmigrante

A manera de salmo “Venimos de la noche y hacia la noche vamos”, es quizás uno de los versos más conocidos de la literatura venezolana, pero también es un verso que se ramifica en todo el poemario a manera de elegía dedicada al padre, inmigrante italiano nacido “a orillas del mar Tirreno”. Publicado en 1945 este extenso poema de XXX cantos es considerado la obra fundamental de Vicente Gerbasi. Es un homenaje hacia el padre que arriba desde Europa a América en busca de nuevas experiencias, este acontecimiento será uno de los motivos por los cuales el poeta vinculará la desaparición del padre con la presencia del paisaje de su infancia, es decir, una vivencia que se convierte en rito individual y totalizador: padre, hombre y paisaje perviven en los elementos de la naturaleza americana y que al evocarlos simula el movimiento de un viaje interior y profundo, reflexivo y simbólico en el que el triunfo de la muerte no es definitivo porque en la memoria pervive, no solo la niñez, sino también el padre transitando la roja tierra de Canoabo.

Vicente Gerbasi (1913-1992) Poeta, periodista, político, diplomático y traductor. Fundador del Grupo Viernes, cofundador de las revistas Bitácora, Viernes y Revista del Caribe. Es considerado uno de los grandes poetas venezolanos del siglo XX. Fue distinguido con el Premio Municipal de Poesía (1944) y el Premio Nacional de Literatura (1967-1968). Entre su extensa y prolífica obra mencionaremos: Vigilia del náufrago (1937), Los espacios cálidos (1952), Retumba como un sótano del cielo (1977), Un día muy distante (1987), La semejanza transfigurada (1996) y Antología poética (2004).

Vicente Gerbasi
Mi padre el inmigrante
Colección Bicentenario Carabobo 58
ISBN: 978-980-440-040-7
74 pp.

La trepadora – Pobre negro

Las dos novelas que dialogan en este volumen tienen como argumento superar la idea colonial de castas y clases en favor de una nueva sociedad. Esta transformación social, Gallegos la plantea en La Trepadora (1925) cuando relata la unión y ascenso de un hombre nació de una infidelidad, que forjaría por sus propios medios su progreso y su destino. Sin embargo, esta existencia no es plena, pues hay asuntos que no se pueden resolver con la venganza o el resentimiento. Entre estas emociones la novela se desplaza: entre lo campestre y lo citadino, entre el temperamento violento de Hilario Guanipa y la confrontación del resto de los personajes, entre ellos, su hija, quien buscará conciliar este carácter en favor de una decisión que ella misma se impone. En Pobre negro (1937), esta idea seminal se radicaliza a través de la violencia y atmósfera que dará lugar a la Guerra Federal. Gallegos vuelve al tema de las castas, esta vez por medio de la violencia que solo se produce en la guerra y las acciones que de ella se desprenden: saqueos, incendios, la eliminación de conductas feudales por imposición de una rebeldía sin objetivos políticos y sin leyes que defina reivindicaciones sociales. En este escenario dos personajes luchan contra sus propios dilemas amorosos y un destino que los unirá bajo el signo de un nuevo comienzo.

Rómulo Gallegos Narrador, dramaturgo, ensayistas, cineasta y pedagogo. Figura principal de la narrativa latinoamericana y destacado político, fue presidente de Venezuela en 1948 por tan solo nueve meses. Junto a otros escritores funda la revista La Alborada, escribe para El Cojo Ilustrado, adquiere El Cuento Semanal. Cofundador del Partido Democrático Nacional (más tarde AD), tomó exilio en los gobiernos de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, a su regreso a partir del derrocamiento de este último, es nombrado senador vitalicio. Entre su extensa obra mencionaremos: El Motor. Drama en tres actos (1910), Los aventureros (1913), Doña Bárbara (1929), Cantaclaro (1934), Canaima (1935) y Una posición en la vida (1954).

Rómulo Gallegos
La trepadora / Pobre negro
Colección Bicentenario Carabobo 59
ISBN: 978-980-440-023-0
620 pp.

Venezuela esclava y feudal

Este libro reconstruye el proceso de consolidación y decadencia de la nobleza criolla, no como el relato de un grupo de privilegiados, sino como un complejo proceso socioeconómico donde la lucha por los privilegios era en realidad un esfuerzo por mantener el control “sobre los medios de producción más importantes: la tierra y los esclavos”. Heredera de una mentalidad y unas instituciones medievales, pese a ser —por preeminencia y en buena medida por derecho— la clase hegemónica de la Venezuela colonial, no pudo sobreponerse al desarrollo objetivo del capitalismo mercantil, que tardó en asentarse, pero cuyos operadores pronto se convirtieron en una poderosa clase antagónica: la burguesía comercial. Este duro choque de clases va a dirimirse justo en medio del proceso de Independencia, lo que agrava la crisis que tiene que enfrentar la República e incide en muchas decisiones políticas fundamentales de Bolívar, quien “zarandeado por los acontecimientos, impotente para dominar la convulsión anárquica de la Gran Colombia, presionado por fuerzas internacionales, se fue entregando poco a poco en manos de las clases sociales reaccionarias del país hasta aislarse del pueblo y convertirse en instrumento de la política de esos estamentos”. En esa lucha de estamentos, sostiene el autor, termina por estallar la estructura feudal, pero también sucumben la república liberal y la burguesía comercial en una pugna donde ambos poderes atacaron y sometieron al pueblo.

Hundiéndonos en el excremento del diablo

Cuando en Venezuela se celebraba la nacionalización petrolera por la bonanza inmediata y el progreso que prometía, Juan Pablo Pérez Alfonzo salió a vocear que nunca el país había estado tan mal: “Ahora estamos en una mayor carraplana”. Habíamos caído en la trampa de embarcarnos “en ilusorios programas de desarrollo forzado, de éxito imposible”. Estos programas eran la respuesta irreflexiva a la táctica de las transnacionales de engañarnos “con una siembra imposible de petróleo”. Imposible por onerosa y por inviable en sus resultados, pues las corporaciones y las grandes potencias le imponían al mercado una lógica que terminaría por cerrar inventarios y reservas, lo cual anularía la posibilidad de un retorno rentable de las inversiones.

Dos factores favorecían ese manejo suicida de la explotación petrolera: la convicción de que el dinero fácil permitiría “traernos de afuera el salvador para nuestros males”, y la falta de la formación técnica y de conciencia política necesarias para comprender la realidad y los cambios que se gestaban a escala global. Su juicio era tan conciso como elocuente, llevábamos “más de medio siglo de aprender a brujos intentando Venezuela abonar la tierra con excrementos del diablo”. Y los frutos no podían ser sino los peores.

Colonia, lucha de clases e Independencia

Por primera vez un historiador venezolano pone el énfasis en la lucha de clases como eje del proceso de crisis estructural de la Colonia y el choque de poderes que desembocó en el 19 de Abril de 1810, los conflictos de poder que este hecho acentuó y la guerra de Independencia hasta la victoria de Carabobo, donde Bolívar finalmente logra liderar a un pueblo entero —superior en número y en voluntad a los sectores dominantes— pero en una clara desventaja política. La particularidad del enfoque de Arturo Cardozo está en mostrar cómo se concatenan las contradicciones internas de la superestructura de la sociedad colonial —instituciones familiares, estamentos sociales, organización político-administrativa, organización eclesiástica— la conformación de la conciencia social —expresada en la educación, el pensamiento y las ideas políticas y el arte— con las contradicciones de clase propiamente dichas. Así, en lugar de presentar la visión de una colonia que trata de emanciparse de una metrópoli imperial, reconstruye una serie de complejos procesos de acceso a los recursos y medios de producción, a los mercados y a determinados privilegios que implican mayor control político. Presenta el surgimiento y auge de clases como la oligarquía mantuana y de su contraparte burguesa-mercantil y el modo en que la pugna entre ambas impacta en la dinámica general del paso de la Provincia de Venezuela a la República que concibió Bolívar.

Arturo Cardozo Nacido en Trujillo en 1916, abogado, historiador, docente universitario, fue desde muy joven un activo militante comunista, enfrentado a las dictaduras de Gómez y Pérez Jiménez, así como a los gobiernos de AD y Copei. Produjo una extensa obra que va desde la reconstrucción de la historia de los Andes, pasando por los movimientos comuneros hasta temas de orden jurídico-legal. Fue presidente de la Sociedad de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe. Murió en 1996. Entre sus muchos libros destacan: Investigación, estudio y cambio: guías metodológicas; Luchas revolucionarias en Venezuela y el mundo y Proceso histórico de Venezuela, esta última editada en cuatro tomos, el segundo de los cuales es el presente volumen.

Arturo Cardozo
Colonia, lucha de clases e Independencia
Colección Bicentenario Carabobo 64
ISBN 978-980-440-036-0
622 pp.