Los años pasan y con ellos todo se transforma. La tecnología avanza de manera vertiginosa, impactando en la forma como nos relacionamos, lo que consumimos, lo que hacemos y hasta lo que leemos.
La lectura se vive ahora en otros terrenos distintos al papel. El uso de dispositivos y tabletas generan nuevas sensaciones en los lectores, quienes se animan a caminar de la mano con la tecnología, convirtiéndose en un público cada vez más exigente y que se quiere impresionar.
Desde hace no muchos años Venezuela decidió dejar a un lado lo conservador y aplicarse en este mercado. La presidenta del Centro Nacional del Libro (Cenal), Christian Valles, celebra que desde 2015 ha habido un crecimiento de 46% en la digitalización de títulos nuestros, siendo la estatal Fundación Biblioteca Ayacucho uno de los ejemplos más importantes.
En 2012 la editorial contaba con 200 obras digitalizadas y disponibles en su página web, aptas para compartirse de forma gratuita en cualquier dispositivo y entre lectores ubicados en cualquier lugar del mundo. Este año, 90% de su producción editorial está totalmente digitalizada y disponible para su descarga en la 12° Feria Internacional del Libro (Filven) 2016, uno de los eventos literarios más importantes y esperados en el país.
“Los lectores podrán formar su propia biblioteca digital. Hemos hecho grandes esfuerzos pero la contundencia viene ahora”, declara Valles.
Nuevas experiencias. Un poderoso atractivo de la Filven es la instalación del salón digital, que está acondicionado de tabletas de las marcas chinas ZTE y Huawei para que usuarios experimenten la lectura en digital y conozcan la oferta nacional en esta área.
Edgar Páez, director ejecutivo de la Fundación Biblioteca Ayacucho está al frente de este salón: “romper las barreras del papel y apegarnos a la tecnología nos garantiza un mayor acercamiento de un público nuevo con la lectura. En este salón no solo tendremos libros sino también películas y música nuestra que podrá descargarse desde cualquier lugar de la Filven, y de forma gratuita”, declara Páez.
El Estado venezolano comprende la necesidad de acompañar al pueblo en su adaptación a nuevas tecnologías y por eso realiza la donación de computadoras y tabletas Canaima a niños y jóvenes en escuelas y universidades, lo que les permite ampliar su formación al abordar nuevos contenidos.
Al respecto, hay contenidos para estos dispositivos, “aunque nosotros tenemos capacidad para más”, detalló la presidenta del Cenal, al tiempo que dejó claro que su deseo es que el país gane cada vez más espacio en el campo digital, y que los venezolanos se animen a emplear dispositivos de lectura.
En cuanto a la comercialización en digital, el Cenal trabaja en la creación de una plataforma en la que editoriales estatales y privadas puedan cargar información, ofrecer y vender los libros que producen.
Conocimiento que se comparte. La editorial El perro y la rana dictará en la Filven, desde el lunes 7 de noviembre, un taller sobre diseño, edición y corrección de un libro, que enseñará a los participantes cómo crear un texto en físico y cómo transformarlo en digital.
“Será un taller de una hora que le mostrará al público cómo es la preparación de originales, la historia de la edición, la diferencia entre hacer un libro como un bien cultural y no como un objeto comercial. Explicaremos cómo son los formatos, el procesador de palabras, la corrección tipográfica y de estilo, y la impresión”, declaró Yanuva León, integrante de la editorial, quien destaca que cualquier persona puede producir un libro. “Sólo es necesario contar con los conocimientos y que se tengan ganas de trabajar”.
La edición en papel se niega a desaparecer. Venezuela es tierra de lectores. En los últimos 17 años el país ha logrado la edición de más de 3 millones de libros gracias a una política de subsidio creada por el Estado que le permite al público disfrutar a precios módicos de un producto de calidad y en géneros diversos que van desde la literatura infantil, literatura venezolana y clásicos del continente.
No ha mermado la producción del libro en el país y prueba de ello son las 70 novedades literarias que este año presenta el Ministerio de la Cultura en todas sus editoriales, expresadas en no menos de 70.000 ejemplares que se exponen en la Feria Internacional del Libro (Filven) 2016.
Sin embargo, la edición del libro no es un tema que solo convoca al Estado y a las grandes editoriales privadas. Cada vez son más los jóvenes que, de manera independiente, eligen la edición como oficio y han creado espacios como Letra Muerta, que reeditó una colección de poesía y entrevistas de la fallecida Miyó Vestrini; y Madera Fina, que en sólo un año lleva un catálogo de seis libros en el mercado, entre ellos una selección de 800 páginas de crónica pura de la venezolana Elisa Lerner.
En la carrera por la edición, la editorial Saber del Grupo Últimas Noticias no se queda atrás. Dueña de un amplio catálogo de libros escolares -donde destaca la colección Veo Veo-, la marca presenta este año su producto más novedoso: el Diccionario básico escolar de la lengua española, dirigido a estudiantes de primaria y secundaria, y realizado por un equipo de 35 profesionales, todos venezolanos.
El libro cuenta con más de 15.500 definiciones con ejemplos (entre ellas 2.400 venezolanismos), páginas para realizar anotaciones e infografías relacionadas con nuestra fauna y flora, el funcionamiento del cuerpo humano y el sistema solar.
“Es un producto de vanguardia, con un papel resistente, adaptado al mercado actual y a un módico precio. Es el único diccionario hecho por venezolanos en muchísimo tiempo, sin plagios y pensado para los venezolanos”, expresó el director editorial de ÚN, Luis Mora Ballesteros.
En un diseño atractivo, el libro presenta 430 páginas en un formato liviano y manejable para las manos de un niño. Su adquisición puede hacerse a través de las Tiendas ÚN. Para 2017, Saber prepara el lanzamiento de la Colección ¡Qué fácil es! y Mundo literatura.
T/ Arianne Cuárez