El presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro, llegó este sábado a la 19ª Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven 2023), donde esa nación participa como invitada de honor con una gran muestra de su cultura y oferta editorial bajo el lema Elogio de la hospitalidad.
A su llegada a la feria, el dignatario del hermano país recorrió los estands dispuestos para mostrar la oferta de editoriales nacionales e internacionales junto a su compañera y primera dama de Colombia, Verónica Alcocer; el cuerpo diplomático colombiano acreditado en territorio venezolano y el ministro del Poder Popular para la Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas.
En esta visita, Petro presentó su libro Una vida, muchas vidas, una obra que relata la lucha de una generación entera de revolucionarios latinoamericanos.
Durante el acto, firmó varios ejemplares y los entregó a personalidades como el escritor e intelectual venezolano Luis Britto García y a representantes de distintos sectores de la cultura venezolana.
El ministro Ernesto Villegas agradeció al presidente Petro, al embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, y al Ministerio de las Artes, los Saberes y la Cultura de esa nación por la participación en la feria. Con el titular de esa cartera, Juan David Correa, Villegas visitó la comunidad de Nuevo Horizonte, en Catia, y San Agustín, parroquia musical afrodescendiente.
“Fue verdaderamente hermoso ese encuentro con nuestra raíz afro, somos la misma cosa cuando comienza a sonar la música y comienzan a coincidir las sonoridades, los bailes, nuestra cultura”, refirió Villegas, quien agregó que Venezuela y Colombia, desde sus realidades políticas, “con sus tiempos, con sus particularidades” están unidas por “una historia común y una vocación de un destino también común”.
Sobre el libro Una vida, muchas vidas
En el caso de los colombianos, refleja cómo la persecución dejó una brecha notoria entre nuevos y veteranos luchadores, tras la extinción de la Unión Patriótica.
“Es el exterminio de una generación de la que apenas soy un sobreviviente”, expresó el presidente Petro, quien define el libro como una bisagra entre lo ocurrido en el siglo XX y las perspectivas de cambio que asoma el siglo XXI, para que los jóvenes tengan una visión del pasado que les permita dirigir el porvenir.
En ese sentido, su obra, escrita antes de la campaña electoral de 2022 en Colombia, refleja cómo una vanguardia toma una ruta inspirada en la revolución cubana para cambiar la realidad colombiana. Esa generación afrontó también un cambio cultural, cuyos efectos aún no terminan.
“Fue ahí, en ese inicio, que América Latina tuvo cabida, que comenzó una época que no tuvo el resultado exitoso de lo que podríamos llamar la lucha política, sino que tuvo un resultado muy exitoso en la expansión cultural”, dijo Petro.
Esa sensibilidad latinoamericana contrasta con el apego a la profundidad teórica que marcó otros procesos como la revolución bolchevique, y que se expresa en las dificultades de conjugar ciencia con política. Pero es razonable “pensar qué pasa con esas palabras, esas ideas, esas concepciones ahora, en este siglo (…) Qué significa eso que se realizó en aquellas épocas”, como salir de la época de las dictaduras, alcanzar acuerdos de paz o estimular cambios, como lo hizo el M19, indicó el mandatario colombiano.
Refirió que el triunfo de esa organización, de la que fue militante, en las elecciones para la asamblea constituyente de 1991 es poco estudiado. “¿Qué hacía esa guerrilla solitaria en medio de un país como Colombia ganándose unas elecciones cuando todo lo que parecía alternativo se derrumbaba?”, se preguntó Petro a modo de reflexión.
Esa circunstancia le permitió en la década de 1990 compartir con el comandante Hugo Chávez, que quiso conocer cómo se dio la constituyente en Colombia. “Algunas ideas habrá recogido y vino para acá, y comenzó un proceso que es muy diferente y que hay que analizar, que ya no pertenecía a las guerrillas latinoamericanas clásicas ni al M-19, ni al Che, ni a Fidel Castro”, expresó Petro.
Refirió que mientras la región cambiaba con la llegada de Chávez al poder, Colombia se resistía al cambio. La constitución de ese país se comportaba más bien como ficción y se reflejaba una voracidad genocida deseosa de riquezas, que convirtió la creatividad en letra muerta.
“Nosotros sobrevivimos, no sé cómo, incluso esa sobrevivencia no es completa”, dado los efectos psicológicos y la penetración silenciosa de la violencia, indicó el presidente de Colombia.
Desafíos de hoy
En esa pugna entre sensibilidad y racionalidad, Petro rescató para el análisis la lógica de El Capital, propuesta por Carlos Marx. Este concepto también se aprecia en el siglo XXI, con el cambio climático, que el mandatario colombiano definió más bien como una crisis civilizatoria donde no coinciden ciencia y práctica.
Frente a esa coyuntura, el progresismo tiene el reto de combinar efectivamente el conocimiento con la acción, comprender cómo la lógica del capital acaba con el tejido de la vida. Esto también implica abordar otras realidades como los ataques contra el derecho internacional, como el bloqueo contra Venezuela, el impacto del narcotráfico y el genocidio palestino.
El progresismo latinoamericano, además, debe pensar a nuestro continente desde este contexto: cómo imponer la vida para defender la humanidad y, en el caso de Colombia y Venezuela, cómo superar un modelo marcado por sus recursos energéticos. “Pensar eso es pensar ya una revolución”, subrayó.
La Filven ofrece más de 600 actividades para el fomento del libro y la lectura. Entre ellas, incluye la presentación de libros, conversatorios y coloquios con la participación de escritores y artistas colombianos.
La feria culminará este 20 de noviembre y su programación está disponible en www.filven.com
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