Publicado originalmente por entregas, el Manual de urbanidad y buenas costumbres para uso de la juventud de ambos sexos apareció como libro en 1953 y se convirtió en uno de los más vendidos de su tiempo en Venezuela y América Latina. Organizado por capítulos y artículos con la misma estructura de un código de normas, establece la forma correcta en que una persona debe asearse, irse a la cama, levantarse, vestirse para estar en casa, tomar los cubiertos las jarras y los vasos; sentarse a la mesa, comportarse en la calle, en el templo, en la escuela, tratar con los vecinos y con la familia y muchas otras cosas por el estilo. Todo esto con el objeto de cultivar en la juventud —y en la población en general— el ejercicio de la virtud, que debe apegarse, asevera el autor, a las enseñanzas del Evangelio.
Inmortalizado en el imaginario popular por más de 160 años después, se le sigue citando como la fuente de autoridad en materia de “buena educación”, hoy podría ser leído como una curiosidad, pero en sus días fue una obra fundamental para las élites que querían darle al resto de la sociedad un código de conducta que acompañara su plan de “civilizar” a la población. Lo que hace de este aparentemente frívolo o extravagante trabajo un libro verdaderamente político.
Manuel Antonio Carreño Músico, pedagogo y traductor nacido en Caracas en 1812, fundó y dirigió el colegio Roscio, preferido por las familias más ricas para la educación de sus hijos. Fue ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores del Gobierno de Pedro Gual. Padre e instructor de Teresa Carreño, se dedicó a promover su carrera artística en Estados Unidos y Europa. Murió en París en 1874. Tradujo del francés el Catecismo razonado, histórico y dogmático del abate Thériou, y la Introducción al método para estudiar la lengua latina de J. L. Burnouf.
Manuel Antonio Carreño
Manual de urbanidad y buenas costumbres
Colección Bicentenario Carabobo 70
ISBN 978-980-440-046-9
32 pp.