Francisco Lazo Martí es considerado uno de los grandes poetas venezolanos de su tiempo. Fernando Paz Castillo lo ubica en el Parnaso de la lírica nacional junto con Andrés Bello y Pérez Bonalde. Silva criolla a un bardo amigo es un extenso poema donde predomina la exaltación del llano venezolano, su naturaleza, paisaje, habitantes y costumbres, sin dejar de lado su dimensión sociocultural. Estas ricas exaltaciones del entorno van acompañadas también por la situación de sus habitantes en un entorno hostil, donde “este pueblo amado / que vive, —noble víctima—, entregado / a la ciega ambición de los caudillos”. Es así como en esta Silva, se encuentran referencias a las inquietudes revolucionarias que lo invadían; si bien sus imágenes sensoriales corresponden al llano, otorga al poema una dimensión profundamente venezolana. Por otra parte, su sensibilidad y criterio estético se revelan al elegir la forma fija de sus Crepusculares, como alternativa más “armoniosa” que el soneto, en busca de la originalidad desde las particularidades de la lírica. En un escritor como Lazo Martí, quien pasó la mayor parte de su vida rodeado de la pobreza del interior y de los vaivenes de una vida convulsa, sorprende la riqueza de su lenguaje poético, gran erudición y cómo logra amalgamar elementos neoclásicos, parnasianos y simbolistas, incorporados a los temas de la tierra.
Francisco Lazo Martí Escritor y médico nacido en Calabozo, Guárico, en 1869. Descrito como “hombre de pluma y bala”, combinó la práctica altruista de la medicina con su afición a las letras y la política. Colaborador de El Cojo Ilustrado y otros periódicos de provincia, su obra no es muy extensa, pero sí de un alto valor literario al dar a elementos locales un valor histórico y universal. Su obra poética comprende: Silva criolla a un bardo amigo, Crepusculares, Veguera, Flor de Pascua y Consuelo.
Francisco Lazo Martí
Silva criolla a un bardo amigo / Crepusculares
Colección Bicentenario Carabobo 139
ISBN 978-980-440-070-4
102 pp.