En la 15.ª Feria del Libro de Caracas se llevó a cabo un conversatorio sobre los 50 años de la Fundación Biblioteca Ayacucho reuniendo conocimientos de nuestra cultura con obras del pensamiento latinoamericano.
Este espacio contó con la participación del presidente de esa institución, Luis Alberto Crespo, acompañado por Ernesto Villegas, ministro del Poder Popular para la Cultura; Raúl Cazal, viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal); la escritora e investigadora venezolana Mirla Alcibíades y el académico cubano Jorge Fornet.
Crespo resaltó la importancia de la labor de Biblioteca Ayacucho en la difusión del pensamiento y la literatura latinoamericana desde 1974, trabajando incansablemente para dejar una huella significativa en la cultura de la región, con la influencia de figuras clave como José Ramón Medina y Ángel Rama.
Enfrentar desafíos desde lo cultural
A propósito de este conversatorio por los 50 años de Biblioteca Ayacucho, el ministro Ernesto Villegas y el viceministro y presidente del Cenal, Raúl Cazal, abordaron las nuevas formas de hegemonía en América Latina y la necesidad de enfrentar desde lo cultural los desafíos que plantea la actual situación política del continente.
El ministro Villegas se refirió a la irrupción del fascismo e indicó que frente a ese fenómeno es necesario hacer la contracara desde el ámbito de la cultura: “Este es el debate que para la humanidad significa la existencia o la inexistencia. Se propone la implementación de bombas nucleares tácticas en los conflictos armados. Los debates que tiene la humanidad son existenciales, ¿dónde está el pensamiento latinoamericano al respecto? Ese es el desafío de instituciones como esta, separar la paja del grano”, expuso el titular de Cultura.
Por su parte, el viceministro Raúl Cazal destacó como un hito el 50 aniversario de la Biblioteca Ayacucho y su importancia como un renacimiento cultural.
“La vida cumple un ciclo, y la Biblioteca Ayacucho está atravesando uno de sus momentos más significativos”, afirmó.
Dirigida por el poeta Luis Alberto Crespo, la editorial se propone incorporar nuevas voces y formas de expresión, buscando no solo atender a un público académico, sino también hacer llegar el conocimiento a la gente en general.
“La Biblioteca Ayacucho debe ir más allá; su esencia está en la revolución del pensamiento. Sin esa revolución, no habríamos llegado hasta aquí”, subrayó Cazal.
Compromiso con la memoria histórica
La escritora Mirla Alcibíades resaltó la significativa contribución de Biblioteca Ayacucho al ámbito intelectual de América Latina.
A través de anécdotas personales sobre el escritor uruguayo Ángel Rama, cofundador de la editorial, Alcibíades subrayó el impacto duradero de su visión en la promoción de la literatura y el pensamiento crítico en la región.
Ángel Rama, defensor de la identidad cultural latinoamericana, imaginó la editorial como “una biblioteca cerrada y cifrada”. Esta metáfora, evocada por el académico Jorge Fornet, sugiere un espacio resguardado que preserva el legado civilizador de América Latina.
Rama creía que la literatura debía ser un vehículo para la reflexión y el análisis de la realidad social, política y cultural de la región.
El catálogo de Biblioteca Ayacucho incluye clásicos de la literatura, así como estudios críticos que han enriquecido el panorama intelectual del continente.
La labor de la editorial no solo ha sido la publicación de textos, sino también la creación de un espacio de diálogo y reflexión en torno a la cultura latinoamericana.