Conocer las raíces del pensamiento de los hombres y mujeres que abonaron el terreno para la independencia de Venezuela, es necesario para comprender el por qué de algunos hechos históricos acontecidos antes del 5 de julio de 1811.
Esa es lo que plantea el historiador venezolano Lionel Muñoz Paz, quien conversó con el presidente del Centro Nacional de Historia (CNH), Alexander Torres, en el capítulo 5 del espacio denominado «Carabobo: La proeza de un pueblo por su Independencia», que realiza la Feria Internacional del Libro (Filven) en su 16º edición.
“Nosotros éramos españoles, necesitamos comprenderlo para saber qué pasó. El 19 de abril de 1810 hubo una manifestación de conformar una junta de gobierno para guardar los derechos de Fernando VII, por lo
tanto es una fecha de acto de fidelidad al monarca”, explicó sobre la fecha histórica.
Para Muñoz, la historia no se puede cambiar pues los hechos ya ocurrieron. No obstante, las interpretaciones son plurales. Es por ello que todo lo ocurrido a finales del siglo XVIII e inicios del XIX creó las condiciones para la guerra, de un pueblo que buscaba liberarse del imperio español.
No obstante, Venezuela era un territorio adscrito al Virreinato de la Nueva España, que junto al Virreinato de Nueva Granada formaron la Capitanía General de Venezuela. De acuerdo con Muñoz, esta unión representa la partida de nacimiento del país, en el plano territorial.
Sin embargo, “todo era parte de España” un país que aunque invadía regiones de América del Sur, también peleaba contra la Francia de Napoleón Bonaparte, su propia independencia. Por lo tanto, lo que sucedía en la España insular, tenía repercusión en la España americana, acotó.
Refirió que la lucha ibérica comienza a finales del siglo XVIII cuando esa nación comenzó a atravesar una crisis económica, debido a sus fallidas incursiones, y más tarde se convierte en una crisis política, en la
que el rey Carlos IV fue traicionado por su hijo Fernando VII.
Estas disputas por el poder fueron aprovechadas por el militar y estadista francés Napoleón Bonaparte, que en medio de la disputa familiar real, armó una trampa en la que cayeron ambos monarcas y que se concretó en lo que se conoce como las Abdicaciones de Bayona, ocurridas el 7 de mayo de 1808.
Mientras esto ocurría, en Venezuela se vivía con las leyes impuestas por los españoles, en las que los blancos eran los principales dueños de los esclavos y de la tierra, que básicamente producía cacao.
En ese proceso, se gestaba la diversidad de raíces que fueron conformando la sociedad venezolana, como el africano que llegó como la mano de obra esclava y la oriunda aborigen que habitaba el territorio desde antes de la colonización.
La crisis española pasó a tener dos bandos: la de quienes eran fieles al rey Carlos IV y los que apoyaban a Fernando VII. En esos desacuerdos surge el poder popular que también luchaba contra la invasión francesa, recordó.
“El resultado fue la sublevación del pueblo contra los franceses que pasan a convertirse en un ejército invasor por lo que se emprende una guerra sangrienta, en donde se gestan las primeras guerrillas para combatir mediante la lucha y táctica”, contó.
Mientras estos hechos se desarrollaban pasados dos o tres meses esas noticias llegaban en barcos a Venezuela, donde solo Francisco de Miranda era el único que se había atrevido a hablar de independencia en el territorio.
“Todo lo que sucedió en Venezuela hasta 1811 fueron actos de fidelidad para la corona española, de adhesión al mundo hispano del que formamos parte, y de voluntad de arreglos mediante ejercicios concretos de soberanía, pero siempre con el espíritu de mantener esa perspectiva de agregación”, concluyó.
Prensa Cenal.