La plusvalía ideológica

El debate sobre el concepto de “ideología” es central en la obra de Ludovico Silva. Lector atento, metódico y crítico de la literatura marxista en sus fuentes originales. Dividido en cinco capítulos, el contenido de este libro nos introduce a problematizaciones sobre el término ideología utilizando como ejemplo a personajes históricos como Napoleón o Sartre. También nos señala que la ideología es el reflejo de condiciones históricas y sociales que a través de la conciencia ofrecerá una autonomía a la existencia del individuo. En este sentido la obra nos dice que el término no es un “reflejo”, sino una “expresión” donde se articulan modelos, lenguajes y mecanismos de relaciones de producción. Se trata por consiguiente de valorar no solo lo material representado como un objeto carente de significado, sino trasmutar ese objeto en sujeto para que de esta forma su significación sea una representación de nuestra conciencia, esa adición, ese agregado será la tesis que Ludovico Silva desarrolla en La plusvalía ideológica, cuya primera edición es de 1970.

Ludovico Silva (1937-1988) Filósofo, ensayista, poeta y profesor universitario. Cofundador de la revista Papeles y Lamigal. Su dedicación, lectura y estudio sistemático a la obra de Carlos Marx definieron nuevos espacios de indagación y exégesis. Fue distinguido con el Premio Conac de ensayo (1980), Premio Cecilio Zubillaga Perera (1986) y Premio Casa de la Cultura de Maracay (1988). Entre sus libros mencionaremos: El estilo literario de Marx (1971), Marx y la alienación (1974), Antimanual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos (1975), In vino veritas (1977), Teoría de la ideología (1980) y Filosofía de la ociosidad (1987).

Ludovico Silva
La plusvalía ideológica
Colección Bicentenario Carabobo 67
ISBN 978-980-440-000-1
270 pp.

La torre de Timón / El cielo de esmalte / Las formas del fuego

La obra de Ramos Sucre, compuesta solo por tres libros, ha adquirido con el tiempo una connotación indispensable en la tradición de la poesía latinoamericana. Desde 1956, año en que fue redescubierto por la célebre antología de Julián Padrón hasta las reeditadas en la actualidad, lo elevan a la categoría de lectura insoslayable, un clásico. Tal cantidad de rediciones se deben sin duda al contenido de los poemas, a aquellos elementos que parecen ocultarse tras la máscara de lo extemporáneo en los que revela estados emocionales donde el lector se encuentra con su propia sombra: la soledad, la muerte, el amor, el tiempo y al enfermedad, estados por supuesto padecidos por el autor y de los cuales parece sostenerse en historias lejanas, la ficción literaria, el espacio onírico, los episodios de la historia patria, a la mitología entre otros motivos. No hay impostura en él, no es un dolor fingido, en su caso hay una extrema necesidad de comunicarlo sin ser prosaico desde un lenguaje particular, encantador, y definitivamente sensorial. Todo lo anterior justifica la cantidad de reediciones, estudios, ensayos y compilaciones de su obra.

José Antonio Ramos Sucre (1890-1930) Doctor en Ciencias Políticas, diplomático y poeta. Poseedor de una cultura extraordinaria llegó a dominar varios idiomas por cuenta propia, al tiempo que estudiaba Derecho y Literatura. Colaborador de El Cojo Ilustrado, El Universal, la Revista Cultura, El Tiempo, Élite y El Nuevo Diario. Su escritura constituye la fundación de nuevas formas expresivas al recurrir a la prosa como recurso poético en Venezuela. De su obra mencionaremos: La torre de Timón (1923), El cielo de esmalte (1929), Las formas del fuego (1929), Obra (1956) y Obra completa (1980).

José Antonio Ramos Sucre
La torre de Timón / El cielo de esmalte / Las formas del fuego
Colección Bicentenario Carabobo 68
ISBN 978-980-440-037-7
442 pp.

De una educación de castas a una educación de masas

Los cinco capítulos que contiene este libro están vinculados a tres aspectos fundamentales: los antecedentes históricos de la educación, sus procesos comparativos con otras naciones y la educación vista como un acontecimiento político y social o, dicho en términos de Prieto Figueroa, la educación como consecuencia del Humanismo Democrático. Estas reflexiones tienen como germen revisar el trabajo que se hizo durante la década del 40 en la que hubo un aceleramiento de los procesos educativos, enfocado en lo técnico, sin perder de vista el campo académico. Es así que en estos avances se evidencian las políticas que condujeron a la Ley de Educación con la premisa de que el Estado es el responsable de ofrecer una educación que ofrezca a los estudiantes no solo los conocimientos sino el aprendizaje de los oficios, que priorice una educación general y de calidad, no privilegiada.

Luis Beltrán Prieto Figueroa (1902-1993) Político, educador, poeta y filósofo de la educación. Llamado con toda justicia “El maestro de América”. Fue cofundador de AD (Acción Democrática), lideró las primeras campañas alfabetizadoras de masas, ministro de Educación, fundador del Inces, candidato presidencial, cofundador del MEP (Movimiento Electoral del Pueblo), individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua. Tiene en su haber más de ochenta títulos de los cuales podemos mencionar: La magia de los libros (1955), El Estado y la educación en América Latina (1978), El maestro como líder (2003) y Soy tu voz en el viento. Poesía reunida (2017).

Luis Beltrán Prieto Figueroa
De una educación de castas a una educación de masas
Colección Bicentenario Carabobo 69
ISBN 978-980-440-045-2
298 pp.

Manual de urbanidad y buenas costumbres para uso de la juventud de ambos sexos

Publicado originalmente por entregas, el Manual de urbanidad y buenas costumbres para uso de la juventud de ambos sexos apareció como libro en 1953 y se convirtió en uno de los más vendidos de su tiempo en Venezuela y América Latina. Organizado por capítulos y artículos con la misma estructura de un código de normas, establece la forma correcta en que una persona debe asearse, irse a la cama, levantarse, vestirse para estar en casa, tomar los cubiertos las jarras y los vasos; sentarse a la mesa, comportarse en la calle, en el templo, en la escuela, tratar con los vecinos y con la familia y muchas otras cosas por el estilo. Todo esto con el objeto de cultivar en la juventud —y en la población en general— el ejercicio de la virtud, que debe apegarse, asevera el autor, a las enseñanzas del Evangelio.

Inmortalizado en el imaginario popular por más de 160 años después, se le sigue citando como la fuente de autoridad en materia de “buena educación”, hoy podría ser leído como una curiosidad, pero en sus días fue una obra fundamental para las élites que querían darle al resto de la sociedad un código de conducta que acompañara su plan de “civilizar” a la población. Lo que hace de este aparentemente frívolo o extravagante trabajo un libro verdaderamente político.

Manuel Antonio Carreño Músico, pedagogo y traductor nacido en Caracas en 1812, fundó y dirigió el colegio Roscio, preferido por las familias más ricas para la educación de sus hijos. Fue ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores del Gobierno de Pedro Gual. Padre e instructor de Teresa Carreño, se dedicó a promover su carrera artística en Estados Unidos y Europa. Murió en París en 1874. Tradujo del francés el Catecismo razonado, histórico y dogmático del abate Thériou, y la Introducción al método para estudiar la lengua latina de J. L. Burnouf.

Manuel Antonio Carreño
Manual de urbanidad y buenas costumbres
Colección Bicentenario Carabobo 70
ISBN 978-980-440-046-9
32 pp.

El continente enfermo

Reunidos bajo un título que anuncia la principal inquietud de su autor, los más de 60 textos que aquí se presentan vuelven una y otra vez sobre temas a los que su autor nunca renunció: la apremiante necesidad de la “América ibérica” de unirse y hacerse fuerte, la mirada crítica del legado espiritual hispánico, la preocupación por la educación, la vocación bolivariana y la alerta ante el imperialismo sobre cuyas apetencias no albergaba dudas. Abre este libro con el artículo que le da título y cierra con su discurso de incorporación a la Academia de la Historia, entre los cuales median 33 años de ejercicio político, intelectual y diplomático sin que para nada haya cambiado su convicción de que en el alma venezolana se anima una fe que nos llama a mantener despierto a todo el continente: “Una fe para guiar hacia la nacionalidad los pueblos del Guaire al Potosí y congregar para el derecho la América en Panamá”. Esa visión del sino histórico de Venezuela como una suerte de nación guía no es fruto solo de la ideología positivista de César Zumeta, la cual lo lleva a concebir el posible desarrollo del país como un proceso que debe darse en alianza con los pueblos que cultural y genéticamente nos son afines.

César Zumeta Político, historiador, diplomático y escritor, nacido en San Felipe, Yaracuy. Colaboró en Cosmópolis y El Cojo Ilustrado. Fue director de El Universal. Como diplomático representó a Venezuela en la Sociedad de Naciones ante el bloqueo impuesto por varios países durante el gobierno de Cipriano Castro. Fue un abanderado del positivismo y del movimiento modernista. Apoyó al régimen de Juan Vicente Gómez. Individuo de número en la Academia Nacional de la Historia, entre sus obras destacan Bolívar en San Pedro (1883), La ley del cabestro (1902), Las potencias y la intervención en Hispanoamérica (1963) y Hombres y problemas de América Latina (1973). Murió en París en 1955.

César Zumeta
El continente enfermo
Colección Bicentenario Carabobo 71
ISBN 978-980-440-050-6
450 pp.

Imagen geoeconómica de Venezuela

Concebido en un inicio para uso docente, esta publicación obtuvo una recepción de mayor alcance entre múltiples lectores. Para el autor hay dos objetivos principales al momento de ingresar en las tres partes que contiene el libro: el primero es convocar a la conciencia que debemos tener los venezolanos con respecto al dominio de la enseñanza sobre la Geografía Económica de Venezuela. El segundo objetivo está referido en buscar los mecanismos para que los estudiantes y lectores en general adquieran esa conciencia de pertenencia y conocimiento tanto del espacio geográfico como del tema económico. En este sentido Ramón Tovar reflexiona sobre una amenaza latente: el olvido y la ligereza de los estudiantes y profesores al momento de confrontar estos temas, escenarios que contribuyen a los mecanismos de explotación de las riquezas de la nación y que repercuten en el pueblo, modificando tanto sus niveles de producción como de ingreso. La primera edición de este libro es de 1968.

Ramón A. Tovar (1923-2018) Formado en el Pedagógico de Caracas y en la Universidad de Estrasburgo. Docente del Instituto Pedagógico de Caracas y la Facultad de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela. Ingresó a la Academia Nacional de la Historia en 1991. Premio Nacional de Cultura 2012-2014 y Premio Nacional de Historia en el 2017. Entre sus libros mencionaremos: Venezuela país subdesarrollado (1964), La población de Venezuela (1968), Perspectiva geográfica de Venezuela: para una comprensión realista del espacio geográfico de Venezuela (1978) y El enfoque geohistórico (1998). 

Ramón Tovar
Imagen geoeconómica de Venezuela
Colección Bicentenario Carabobo 72 
ISBN 978-980-440-052-0
230 pp.

¡Canta Pirulero!

Este es el libro donde vio la luz el célebre poema “Este niño Don Simón”, que durante generaciones ha sido recitado y cantado en la escuela y en la calle. Con gracia, ritmo y alegres imágenes, su autor logra construir una biografía poética del Libertador que es al mismo tiempo una divertida e inteligente clase de historia. Los demás poemas que forman el libro tienen ese mismo espíritu divulgativo y de estímulo de la imaginación y crean un mundo de personajes y situaciones que convierten en materia de juego y reflexión, la amistad, la ecología, la naturaleza. Algo característico de Rugeles es el verso limpio y la pulcritud de la imagen, donde cada palabra es un punto de luz, que sorprende con el juego verbal audaz y un ritmo que además de musical tiene un carácter intelectual. ¡Canta, Pirulero! conjuga estos rasgos, sirviéndose de un abanico de recursos estilísticos como exageraciones (“¡Niño: deja de llorar! / ¡que vas a agrandar el mar!”), metáforas (“¡Qué dorado temblor de las alas!”) y humanizaciones (“¡Ay mi lorito! vamos a hablar mas no de España ni de Portugal”).

Manuel Felipe Rugeles Poeta y ensayista tachirense nacido en 1903. Perteneció a la Generación de 1918, que inició el camino a la literatura de vanguardia en Venezuela. En 1929, sufrió cárcel y exilio por el gobierno de Juan Vicente Gómez. Tras su regreso al país en 1936, fue director de la Revista Nacional de Cultura y formó parte del grupo Viernes, de cuya revista fue un asiduo colaborador. Entre sus principales obras se destacan: Oración para clamar por los oprimidos (1940), La errante melodía (1943), Aldea en la niebla (1944), Memoria de la tierra (1948), Poetas de América cantan a Bolívar(1951) y Sentido emocional de la patria (1953). Murió en Caracas en 1959.

Manuel Felipe Rugeles
¡Canta Pirulero!
Colección Bicentenario Carabobo 73
ISBN 978-980-440-048-3
62 pp.

Buenas y malas palabras en el castellano de Venezuela

Pocas veces se encuentra la gente con un libro de corte lingüístico escrito con tanto humor y empatía como Buenas y malas palabras. Aquí se juntan la geografía, la lexicografía, la antropología, el imaginario popular y la buena prosa para presentar un amplísimo repertorio de palabras que las investigaciones de Ángel Rosenblat le llevaron a establecer como típicas de Venezuela y sobre las que muchas veces surgía la duda de si eran “correctas” o no. Al respecto, el autor advierte que “el problema de la corrección o incorrección es para el filólogo o lingüista el menos interesante y el de menor cuantía. Lo importante es ver la vida actual de la lengua, y el juego de valores de cada expresión dentro del sistema general”. Y fiel a ese planteamiento, ofrece a lectoras y lectores un viaje por todo el país a través de su habla coloquial, de sus costumbres, refranes y modismos. Y les muestra de dónde surgieron expresiones como “mamada de gallo”, “palo de hombre” o “su boca sea la medida”; se mete en las preguntas de si se dice “diábetes” o “diabetes”, ¿“me pelé” o “me equivoqué” ?, ¿“el sartén o la sartén”? Pensados originalmente como artículos para la prensa, los textos responden a una doble intención: divulgar la diversa riqueza de nuestro léxico y defender el habla venezolana, que Rosenblat consideraba no mejor que las otras del continente, pero sí innovadora en muchos sentidos.

Ángel Rosenblat Filólogo, lingüista, profesor universitario y escritor nacido en Wengrow, Polonia, en 1902. Figura emblemática de las letras venezolanas por sus aportes al estudio del habla popular y de las características de español en el país. Llegó a Venezuela en 1946 y fundó la cátedra de Filología en la naciente Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela; dirigió el Instituto de Filología Andrés Bello entre 1951 y 1984, año en que murió en Caracas, ya nacionalizado venezolano. Entre sus obras se destacan: El castellano de España y el castellano de América(1965), La primera visión de América y otros estudios (1969) y el primer volumen del Diccionario de venezolanismos.

Ángel Rosenblat
Buenas y malas palabras en el castellano de Venezuela  
Colección Bicentenario Carabobo 74
ISBN 978-980-440-049-0
652 pp.

Memorias de un venezolano de la decadencia Tomo I

Quiso la “suerte” que un cabo de presos sacara de La Rotunda los primeros borradores de este libro. En efecto su escritura nació mientras el autor estaba en prisión y desde este lugar vio publicada las primeras versiones de su obra. Pocaterra pudo ver el horror que produce la tortura que lleva a la muerte, el hambre, y las enfermedades que debilitan la voluntad, la progresiva agonía de sus compañeros y los gestos sencillos y solidarios en donde la vida pervive y resiste. En todos estos momentos la memoria produce discursos que colindan entre la historia y la crónica, entre el ensayo político y la sociología, entre el humor y la tragedia. Tal collage evidencia una estrategia por parte del autor: denunciar a través del testimonio su verdad utilizando un lenguaje directo y al mismo tiempo reconocible para todos, en algún momento Pocaterra señaló que sus libros “son resultado de la fiebre, del dolor, de la injusticia, de la reacción profunda y sincera”. Este libro es una emoción contenida, sus cuatro partes recorren desde Cipriano Castro hasta el ascenso de Juan Vicente Gómez, su gobierno tiránico y los documentos que evidencian lo escrito por el autor, no es casual que la primera edición venezolana sea de 1936. 

El primer tomo va de 1889 —cuando Castro toma el poder— a 1919, con Gómez consolidado como amo del país, luego de 12 años del golpe con el que derrocó a su compadre. El segundo retoma el año de 1919 y cierra ante la tumba de Gómez en 1936, a lo que le siguen valiosos apéndices sobre la resistencia contra el tirano, incluida la invasión del Falke a Cumaná en 1929.

Memorias de un venezolano de la decadencia Tomo II

Quiso la “suerte” que un cabo de presos sacara de La Rotunda los primeros borradores de este libro. En efecto su escritura nació mientras el autor estaba en prisión y desde este lugar vio publicada las primeras versiones de su obra. Pocaterra pudo ver el horror que produce la tortura que lleva a la muerte, el hambre, y las enfermedades que debilitan la voluntad, la progresiva agonía de sus compañeros y los gestos sencillos y solidarios en donde la vida pervive y resiste. En todos estos momentos la memoria produce discursos que colindan entre la historia y la crónica, entre el ensayo político y la sociología, entre el humor y la tragedia. Tal collage evidencia una estrategia por parte del autor: denunciar a través del testimonio su verdad utilizando un lenguaje directo y al mismo tiempo reconocible para todos, en algún momento Pocaterra señaló que sus libros “son resultado de la fiebre, del dolor, de la injusticia, de la reacción profunda y sincera”. Este libro es una emoción contenida, sus cuatro partes recorren desde Cipriano Castro hasta el ascenso de Juan Vicente Gómez, su gobierno tiránico y los documentos que evidencian lo escrito por el autor, no es casual que la primera edición venezolana sea de 1936. 

El primer tomo va de 1889 —cuando Castro toma el poder— a 1919, con Gómez consolidado como amo del país, luego de 12 años del golpe con el que derrocó a su compadre. El segundo retoma el año de 1919 y cierra ante la tumba de Gómez en 1936, a lo que le siguen valiosos apéndices sobre la resistencia contra el tirano, incluida la invasión del Falke a Cumaná en 1929.