La confluencia entre el libro y la práctica revolucionaria a raíz del denominado “Febrero Rebelde”, a propósito del resurgir de la Patria con la rebelión militar de aquel 4 de febrero de 1992, fue analizada durante la tercera entrega del programa de entrevistas Las formas del libro, que contó con la participación del militar de la Fuerza Aerea Venezolana Wilmar Castro Soteldo, actualmente ministro del Poder Popular para la Producción Agrícola y Tierras, quien recordó los textos que orientaron la génesis de la insurgencia popular y que se leían casi clandestinamente en los cuarteles para entonces.
El periodista Raúl Cazal, conductor del espacio televisivo disponible en Youtube, señaló que el “Caracazo”, el 27 de febrero de 1989, al igual que la rebelión militar del 4 de febrero de 1992 fueron tiempos que dieron lecciones.
“Al final del siglo sus protagonistas se conjugaron para refundar la Patria. Febrero son páginas de historia”, expresó.
En ese sentido, Castro Soteldo, quien participó en operaciones tácticas siguiendo lineamientos del Comandante Hugo Chávez, expuso que “la insurgencia tiene al pueblo como actor protagónico y con ello el debate sobre el pensamiento histórico del libertador Simón Bolívar a través de sus cartas y el Discurso de Angostura, los cuales sirvieron para desmontar la doctrina Monroe”.
El militar relató que las Memorias del Che Guevara eran leídas casi a escondidas, así como las obras del maestro Simón Rodríguez, y entre las que cita con agrado está “Tiempos de Incendio” de José Roberto Duque, que recoge la visión de los hechos que originaron el Caracazo.
“Estas lecturas nos fueron permitiendo desmontar a Simón Bolívar de las estatuas y traerlo a nuestro tiempo como proyecto histórico”, relata Soteldo.
Recomendó además la lectura del libro “Cartas desde la cárcel” de Antonio Gramsci, y a su juicio la Revolución Bolivariana actualmente tiene la deuda de construir su propia cosmovisión desde las raíces históricas y generar así una contra cultura frente a la narrativa de dominación imperialista.
También se refirió a la obra “Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu”, de Maurice Joly, el cual leyó durante el gobierno de Jaime Lusinchi desde la cárcel de la dignidad en los denominados “Círculos de lectura”.
“Toda esa mezcla de textos nos llevaron al hecho histórico del 4 de febrero, el cual fue un parto del 27 de febrero de 1989”, indicó Soteldo.
Textos recomendados
Raúl Cazal hizo referencia a una entrevista que realizó a su colega y escritor Earle Herrera a raíz de su libro “Ficción y realidad del Caracazo”, donde el autor expone que la agenda de discusión política después de la rebelión popular la marcaron Rafael Caldera con su discurso “La vitrina rota de la democracia” y Gonzalo Barrios con “Venezuela sintió el beso mortal del FMI”.
Además, durante el espacio que se encuentra disponible en Youtube, fueron recomendados otros textos vinculados a la historia e insurgencia del proceso de liberación revolucionaria, entre ellos “El laberinto de los tres minotauros”, de J. M Briceño Guerrero, sobre la juventud rebelde de los años 70, 80 y 90.
Así mismo, “Lo que fue dictando el fuego”, una novela de Juan Antonio González, cuyo relato trata sobre un grupo de jóvenes que participaron en el movimiento estudiantil reprimido por tener una visión crítica de la vida y la sociedad.
Otro de los textos es “El gobierno en el infierno” de Noam Chomsky, el cual habla del socialismo sindical y de su visión técnica del futuro como estudio sobre la visión del Estado, donde el pueblo se organiza y asume el control de gobierno.
“Hugo Chávez Frías. Del 4 de Febrero a la V República”, de Humberto Gómez García, que recoge la propuesta del Poder Constituyente que se mantiene en permanente construcción.
Finalmente, los libros “Febrero”, de Argenis Rodríguez, y “Teoría y práctica de la ideología”, de Ludovico Silva, sobre la transformación cultural que los pueblos afrontan en el siglo XXI.
Prensa Cenal