Aníbal Villalba
Aníbal comenzó a laborar en las instalaciones del Centro Nacional del Libro desde 2008 y hace tres años ha venido incursionando de manera progresiva en la siembra en pequeña escala en su lugar de trabajo.
El malojillo, toronjil, orégano orejón, atamel, menta, jengibre, atroverán, oregáno comestible y albahaca son algunas hierbas medicinales y aromáticas que podemos encontrar en estos años gracias al cuidado de Aníbal. Con una ensalada celebraron la primera cosecha de dos kilos de tomate, así como los pimientos rellenos con queso, frutos de la siembra en los maceteros. Para un resfriado o cólico basta con un buen guarapo para aliviar el malestar, pues de este cultivo se beneficia no sólo quien cultiva sino todos los que desarrollan su día a día en el CENAL.
Sembrar requiere dedicación, comenta Anibal, saber cuánto riego o luz necesita cada planta y hasta cantarles un poco para que se pongan bonitas, son elementos vitales para poder disfrutar de todos sus beneficios. Sus conocimientos los fue adquiriendo empíricamente, como quien solo necesita las ganas para aprender, pero recuerda que su padre fue campesino en una hacienda de cacao.
De está iniciativa se han involucrado las y los compañeros de trabajo, quienes cuidan las plantas en vacaciones y tratan de seguir las indicaciones de Anibal para cuidarlas.
Actualmente se está planteando la siembra en la azotea del Ministerio, como forma de usar espacios de manera útil y desarrollar la soberanía alimentaria. Estas iniciativas comprenden un paso adelante para tener ahorro económico, alimentos sanos en nuestra comida y espacios laborales con conciencia colectiva de la importancia de la protección y cuidado de la naturaleza.