Ensayo sobre Villanueva que ganó concurso de Autores Inéditos de Monte Ávila se presentó en Feria del Libro de Caracas

Dentro de la programación de la 15.ª Feria del Libro de Caracas, Monte Ávila Editores presentó junto a su autor, el arquitecto y profesor Carlos Pou Ruan, el libro “Villanueva y Caracas en la modernidad petrolera venezolana 1930-1970”, actividad que contó además con la participación del arquitecto Abner Colmenares y el viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro, Raúl Cazal.

El libro de Carlos Pou Ruan es un aporte académico a los estudios de arquitectura y urbanismo en el país y ganó el concurso de Autores Inéditos en la mención Ensayo de Monte Ávila.

Abner Colmenares, amigo del autor y con quien también ha compartido la docencia, aseguró que “la calidad del libro está fuera de duda”.

“Se han hecho muchas publicaciones sobre la obra de Villanueva, pero aquellas que ven esa visión global, integral, desde un lugar de enunciación que es la cultura, que es lo venezolano, que es el país, hay pocas”, agregó.

Carlos Pou Ruan señaló sobre su obra:”La importancia que yo diría que tiene este libro es que no solamente identifica los grandes hitos como arquitectónicos sobre los cuales transitó Villanueva, sino también el mundo de contradicciones en el cual un venezolano como Villanueva se movió en aquellos años, entre 1930, cuando él llega a Caracas de París”.

El autor recordó que Villanueva nació y se formó en Europa, pero desarrolló todas sus capacidades profesionales en Venezuela y comienza a partir de los años 30 un proceso de transformación personal muy semejante al proceso de transformación que sufrió la ciudad de Caracas.

viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Cenal, Raúl Cazal, quien también es escritor y editor, destacó que la obra ganó el concurso de Autores Inéditos de Monte Ávila y “lo importante es que estos concursos de literatura y ensayo promueven la diversidad en el pensamiento. No se limitan a un solo género, sino que abarcan una variedad de enfoques y disciplinas”.

En ese sentido, el viceministro Cazal manifestó que “es bienvenido cualquier ensayo que trate sobre literatura, arquitectura, fotografía, gastronomía y todo lo que esté relacionado con nuestra identidad y lo positivo de lo venezolano. Me alegra mucho que Carlos haya ganado, ya que su triunfo refleja la riqueza de nuestro pensamiento”.

Presentaron Discursos al Pie del Hemiciclo parte II de Tarek William Saab

En la 15.ª Feria del Libro de Caracas se presentaron del escritor Tarek William Saab los libros Discursos al pie del hemiciclo. Parte II y Hoguera de una adolescencia intemporal, segunda edición, ambos editados por Monte Ávila, y Saab, de Alberto Jiménez Ure, editado por Vadell Hermanos.

Saab asistió a la Feria del Libro de Caracas para compartir estas publicaciones y estuvo acompañado por el viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), Raúl Cazal, y la directora de Vadell Hermanos, Valentina Vadell.

En esta oportunidad, Saab, también conocido como el poeta de la Revolución, desglosó parte de su trayectoria literaria, desde encuentros con maestros, entrevistas y premios obtenidos.

Explicó que la producción literaria, el pensamiento y el conocimiento tienen un valor inmaterial y con mucha más trascendencia que los mejores vehículos u otras propiedades, es allí donde recae la importancia de los libros y la literatura.

Saab recordó que fue perseguido por militar en la izquierda en las épocas de las grandes masacres y como también fueron perseguidos aquellos que acompañaron al comandante Hugo Chávez en un poder legítimamente constituido, cuando el golpe de Estado de abril del 2002.

En ese sentido, el escritor explicó que actualmente la persecución es global a través de sanciones o amenazas de otros jefes de Estado, lo que evidencia la doble moral de la comunidad internacional, por lo que los discursos reunidos en su nueva publicación, bajo el sello de Monte Ávila, “tienen mucho que ver con eso”, dijo.

Por su parte, el viceministro de Cultura Raúl Cazal leyó el prólogo de “Discursos al pie del hemiciclo. Parte II” y reveló que Monte Ávila Editores y Hermanos Vadell preparan en colaboración una nueva publicación de poemas inéditos de Saab.

Valentina Vadell resaltó la faceta poética de Tarek William Saab, “un autor con más de 13 libros publicados que merece ser conocido más allá de su rol político”.

Raúl Cazal también adelantó que se reeditará de Saab “Los ríos de la ira”, una obra emblemática que cumple 40 años desde su primera publicación por La Espada Rota. Este libro, que ha sido un pilar en la literatura nacional, tendrá una cuarta edición.

Destacaron vitalidad de Biblioteca Ayacucho en difusión del pensamiento latinoamericano a sus 50 años

En la 15.ª Feria del Libro de Caracas se llevó a cabo un conversatorio sobre los 50 años de la Fundación Biblioteca Ayacucho reuniendo conocimientos de nuestra cultura con obras del pensamiento latinoamericano.

Este espacio contó con la participación del presidente de esa institución, Luis Alberto Crespo, acompañado por Ernesto Villegas, ministro del Poder Popular para la Cultura; Raúl Cazal, viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal); la escritora e investigadora venezolana Mirla Alcibíades y el académico cubano Jorge Fornet.

Crespo resaltó la importancia de la labor de Biblioteca Ayacucho en la difusión del pensamiento y la literatura latinoamericana desde 1974, trabajando incansablemente para dejar una huella significativa en la cultura de la región, con la influencia de figuras clave como José Ramón Medina y Ángel Rama.

Enfrentar desafíos desde lo cultural

A propósito de este conversatorio por los 50 años de Biblioteca Ayacucho, el ministro Ernesto Villegas y el viceministro y presidente del Cenal, Raúl Cazal, abordaron las nuevas formas de hegemonía en América Latina y la necesidad de enfrentar desde lo cultural los desafíos que plantea la actual situación política del continente.

El ministro Villegas se refirió a la irrupción del fascismo e indicó que frente a ese fenómeno es necesario hacer la contracara desde el ámbito de la cultura: “Este es el debate que para la humanidad significa la existencia o la inexistencia. Se propone la implementación de bombas nucleares tácticas en los conflictos armados. Los debates que tiene la humanidad son existenciales, ¿dónde está el pensamiento latinoamericano al respecto? Ese es el desafío de instituciones como esta, separar la paja del grano”, expuso el titular de Cultura.

Por su parte, el viceministro Raúl Cazal destacó como un hito el 50 aniversario de la Biblioteca Ayacucho y su importancia como un renacimiento cultural.

“La vida cumple un ciclo, y la Biblioteca Ayacucho está atravesando uno de sus momentos más significativos”, afirmó.

Dirigida por el poeta Luis Alberto Crespo, la editorial se propone incorporar nuevas voces y formas de expresión, buscando no solo atender a un público académico, sino también hacer llegar el conocimiento a la gente en general.

“La Biblioteca Ayacucho debe ir más allá; su esencia está en la revolución del pensamiento. Sin esa revolución, no habríamos llegado hasta aquí”, subrayó Cazal.

Compromiso con la memoria histórica

La escritora Mirla Alcibíades resaltó la significativa contribución de Biblioteca Ayacucho al ámbito intelectual de América Latina.

A través de anécdotas personales sobre el escritor uruguayo Ángel Rama, cofundador de la editorial, Alcibíades subrayó el impacto duradero de su visión en la promoción de la literatura y el pensamiento crítico en la región.

Ángel Rama, defensor de la identidad cultural latinoamericana, imaginó la editorial como “una biblioteca cerrada y cifrada”. Esta metáfora, evocada por el académico Jorge Fornet, sugiere un espacio resguardado que preserva el legado civilizador de América Latina.

Rama creía que la literatura debía ser un vehículo para la reflexión y el análisis de la realidad social, política y cultural de la región.

El catálogo de Biblioteca Ayacucho incluye clásicos de la literatura, así como estudios críticos que han enriquecido el panorama intelectual del continente.

La labor de la editorial no solo ha sido la publicación de textos, sino también la creación de un espacio de diálogo y reflexión en torno a la cultura latinoamericana.

Luis Lira Ochoa presentó su primera novela Pluma Negra en la 15.ª Feria del Libro de Caracas

El escritor Luis Lira Ochoa presentó su primera novela titulada Pluma Negra, publicada por la Editorial Fundación Koeyú Latinoamericano, durante la 15.ª Feria del Libro de Caracas, que tiene lugar en la Galería de Arte Nacional.

Ochoa estuvo acompañado por el viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), Raúl Cazal, y el profesor de Letras y productor editorial Carlos Ortiz.

El autor, quien es médico psiquiatra, explicó que en Pluma Negra aborda las complejidades de la subjetividad humana a través del estereotipo de la masculinidad hegemónica rural.

La novela revela el sufrimiento y la violencia inherentes a este rol, así como las barreras psicosociales que dificultan el encuentro con la feminidad.

Inicialmente concebido como un tercer poemario tras La isla que fuiste y Trazos límbicos, el enfoque de Pluma Negra cambió durante una reunión familiar, comentó Luis Lira Ochoa.

Las preguntas de los jóvenes sobre las experiencias de sus abuelos evocaron recuerdos ancestrales que ahora se entrelazan en su narrativa.

El viceministro Raúl Cazal agregó que Pluma Negra es una memoria que a veces está dormida, ya que todos han vivido algo similar.

“Se cuentan los sueños como si fueran experiencias vividas. Esa riqueza en el lenguaje, en los sueños y memorias, es lo que hace que esta obra sea realmente vital. Por ello, se da la bienvenida a Luis en este género llamado narrativa”, dijo Cazal.

Resaltó que cuando finalmente leyó el libro, le sorprendió desde el inicio. Las frases iniciales marcaban la narrativa y ofrecían un impulso desde el principio. A veces, podían confundir, pero eran solo esas primeras líneas las que daban una pista.

Cazal, también escritor y editor, confesó que mientras leía el manuscrito se preguntaba cómo era posible que en el siglo XXI se regresara a cuestiones tan profundas, y al terminar de leer, se dio cuenta de que tocaba un tema de una época, un momento y unas acciones que todos llevamos en el imaginario, aunque a veces no las veamos en las acciones.

“Todos tenemos una opinión sobre lo que se vive en ciertos países, especialmente aquellos con petróleo, pero contar eso a través de acciones y personajes es otra cosa. Ahí radica la fuerza de este libro, que nos coloca en un lugar, en lector, y eso se refleja en su manera de escribir”, sostuvo Cazal.

Carlos Ortiz agregó que en Pluma Negra, aunque tal vez no parezca a simple vista, hay bastante de lo que se encuentra en los libros de poesía.

“Creo que es importante reconocer esto, y no solo vale la pena leer este libro, sino también explorar los poemarios”.

“Cuando leí Pluma Negra, me di cuenta de la potencia narrativa que hay en la isla que se describe. Se concreta y se desarrolla de una manera tan viva, atravesando situaciones muy dinámicas e indirectas, y en algunos casos, incluso emocionantes. Me encontré con la capacidad de darle forma a un personaje y, al mismo tiempo, conectar a esos personajes con la tierra”, destacó Ortiz.

Adicionó que “en el relato hay mucho más peso, también es interesante cómo ese pueblo está tan arraigado en su entorno. La tierra tiene una fuerza especial, especialmente el agua del río, que pone a todos en peligro”.

Ortiz puso atención sobre los recursos simbólicos que están presentes, como el choque entre agua y tierra, “que sabemos que tiene mucha simbología.”

“Esto me hace reflexionar sobre la primera sentencia del libro: el narrador dice que el protagonista vio un gallo y supo que con él ganaría todas las peleas. Ahí se presentan confrontaciones que lo llevan a cuestionarse cómo vivir o cómo salir de la circunstancia en la que se encuentra”, indicó Ortiz.

Presentan movimiento para fomento del libro

En la 15.ª Feria del Libro de Caracas, que realiza la Alcaldía del Municipio Libertador a través de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte),
el Centro Nacional del Libro (Cenal) participó en la presentación del Movimiento iberoamericano para el fomento del libro, la lectura y la escritura impulsado por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe-.

El panel estuvo conformado por la presidenta de Fundarte, Jeycelith Jiménez; la secretaria general de CAF, Alejandra Claros Borda, y el viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Cenal, Raúl Cazal, en representación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

El viceministro Cazal conversó con el público presente sobre las políticas promovidas por el MPPC a través del Cenal para fomentar la escritura, la producción editorial y la lectura en Venezuela.

Destacó en especial las iniciativas dirigidas a incentivar la formación de mujeres narradoras y la adaptación de la oferta literaria a los intereses de los jóvenes, aspectos que consideró cruciales para revitalizar el panorama literario en el país.

“Recientemente hemos llevado a cabo diversas iniciativas, incluyendo talleres y seminarios enfocados en la literatura infantil y en la participación de mujeres en la escritura para dar visibilidad a las voces femeninas en la literatura venezolana”, apuntó.

Por ejemplo, mencionó el seminario-taller Narradoras venezolanas abierto este año, que contó con la participación como facilitadoras de las escritoras Laura Antillano -Premio Nacional de Literatura-, Sol Linares, Esmeralda Torres, Mirla Alcibíades y Wafi Salih, y que fue posible mediante la Escuela Taller de Narración de Venezuela (Estanave).

Asimismo, recordó como parte de los planes para estimular la producción literaria en Venezuela el desarrollo de las bienales nacionales de literatura con concursos en diferentes géneros literarios, dirigidos a escritores venezolanos y extranjeros residenciados en el país, cuyos ganadores son publicados como parte de la premiación.

Además, el Cenal, subrayó el viceministro Cazal, alienta la publicación del libro en todos los formatos, entre ellos el libro digital, para que las obras literarias lleguen al público y a todos los rincones.

“Historia del señor Cody” de Benito Yrady está en la Feria del Libro de Caracas

Monte Ávila Editores presentó en la 15.ª Feria del Libro de Caracas “Historia del señor Cody”, la más reciente novela de Benito Yrady, escritor, investigador, gerente cultural y docente venezolano homenajeado en esta fiesta literaria instalada en la Galería de Arte Nacional.

La actividad estuvo a cargo del viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), Raúl Cazal, quien compartió impresiones acerca del proceso de producción de la obra, junto al escritor y catedrático de Lengua y Literatura zuliano Cósimo Mandrillo.

El viceministro Cazal destacó que Benito Yrady entiende que en la escritura hay un poder creador que va más allá de transcribir los hechos y reveló que en Historia del señor Cody se nota cómo el autor tiene conocimiento de todas las partes del país, y lo poco que no conocemos cada quién de nuestro propio terruño.

En la novela, que cuenta con 208 páginas, Yrady aborda la historia de Venezuela sin nombrarla en una narración que permite distinguir los límites de cuánto hay de ficción y realidad en todo el relato, transversalizada por el imaginario del petróleo.

Yrady, nacido en El Tigre, estado Anzoátegui, y quien apareció en la escena literaria con su libro de cuentos Zona de tolerancia (1978), que tangencialmente toca el petróleo, ha manifestado que su ciudad de origen fue su fuente de inspiración para escribir toda su obra que tiene que ver con el preciado recurso energético.

En la novela aparecen unos personajes foráneos que hablan de sus tierras -en donde intervienen James Joyce, Ernest Hemingway, Walt Withman, entre otros- y de un “país del petróleo”.

“Todos estos autores que él (Yrady) condensa en su obra los coloca, a comer juntos, a reunirlos, es ahí donde dices eso parte de la ficción, gente que son de diferentes tiempos, de diferentes estéticas literarias, pero están juntos; esto evidencia la cantidad de autores tan diversos que tiene en su vida literaria”, explicó Cazal.

Por su parte, Cósimo Mandrillo comentó durante su intervención que “Historia del señor Cody” es una novela muy rica con un increíble caudal de conocimientos que se deja leer; además, destacó el manejo de tantos personajes, tantos elementos, tantos espacios geográficos, que la convierten en una novela que todo escritor le gustaría escribir.

Mencionó el salto que Yrady da en referencia a sus otros libros, más testimoniales y crónicas, a una novela imaginativa y trabajada, porque no es solo reunir a importantes autores, sino entretejerlos en una historia.

“Es un juego interesante, bien hecho, este viaje termina en Venezuela, que no se nombra directamente, sino como el país del petróleo. Se alude a Venezuela con mucha curiosidad, se evidencia la mitología, las riquezas, y poco a poco se acerca al país”, detalló Mandrillo, quien reveló que entre los elementos principales de esta novela hay dos personajes que en principio eran entrañables y que luego resultan ser representantes de petroleras transnacionales.

“Aquí vemos algo de esa violencia de la novela del petróleo, donde se trata la la implantación de la industria petrolera por parte de las transnacionales, el tipo de relación que establecieron con los venezolanos, el tipo de tratamiento al trabajador nacional”, indicó.

Descarga Historia del señor Cody

Colección “Insurgencias históricas y afroepistemologías cimarronas” reivindica luchas de afrodescendientes

El perro y la rana presentó en la 15.ª Feria del Libro de Caracas la colección Insurgencias históricas y afroepistemologías cimarronas, un conjunto de obras que buscan reivindicar las luchas históricas y el pensamiento afrodescendiente.

La colección se presentó en el evento literario, instalado en la Galería de Arte Nacional (GAN), con la participación del viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal) y de El perro y la rana, Raúl Cazal; acompañado por el director Ejecutivo de esta editorial, Elis Labrador, y la escritora, investigadora de la cultura afrovenezolana y diputada de la Asamblea Nacional Casimira Monasterios.

Durante la actividad, el viceministro Cazal destacó la importancia de esta colección en la reconstrucción de una memoria histórica que ha sido invisibilizada durante siglos.

Subrayó el compromiso de El perro y la rana, adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, con la difusión de textos en los movimientos afrodescendientes y su influencia en la construcción de nuestra identidad.

Por su parte, Monasterios, quien es oriunda de Curiepe, localidad fundada por negros cimarrones, destacó cómo estas obras no solo rescatan la historia desde una perspectiva afrodescendiente, sino que también proponen nuevas maneras de entender la realidad a través de lo que denominó afroepistemologías cimarronas.

Elis Labrador resaltó que Insurgencias históricas y afroepistemologías cimarronas ofrece una perspectiva crítica y profunda sobre la resistencia y la cultura de los pueblos afrodescendientes.

La colección incluye País mantuano. Ensayos de filosofía del cimarronaje en clave de historia insurgente, de Lilia Ana Márquez Ugueto; África y afrodescendientes en las Américas y el Caribe, de Jesús “Chucho” García; también de este autor está Cimarronaje, afroepistemología y soberanía intelectual.

Asimismo la integran los títulos Cumbre, cumbe, cumbo, de Flor Alba Cabrera; La partería afro, de Dionys Cecilia Rivas Armas e Ismenia de Lourdes Mercerón; Barlovento de donde viene el viento, con textos de Luis Perdomo, Ibelice Nieves, Sixto Hernández, Elsy Chávez, Aidé Duarte, Ana Salazar y otros, compilados por Jesús “Chucho” García y Luis Perdomo.

Igualmente forma parte de la colección Afrodescendientes festejando entre dioses y espíritus, con textos de Bety Mendoza, César Escalona, Karina Estraño, Gladys Quiroga, Gladys Olbemejías y otros, compilados por Diógenes Díaz.

Estos títulos y muchos más pueden hallarse en el estand de Librerías del Sur.

El retorno a la historia y la ficción

La historia está allí. Es pasado y presente en la medida en que se nombra, de otra forma es olvido. Esto último, es algo que los colonizadores quieren que suceda. Que se olvide que se impusieron a sangre y fuego y que tan solo nos dejaron modos de vida y lenguaje.

Carlos Fuentes en entrevista con Joaquín Soler Serrano resume que “el lenguaje sostiene al poder, el lenguaje es la cultura, es comunicación, es memoria o es olvido”. 

Historia y lenguaje están intrínsecamente relacionadas. Continúa Fuentes: “…el hecho de escribir novelas está íntimamente ligado al acto de la memoria […]. Para mí, el problema como hispanoamericano es recordar todo lo no dicho por la historia; es rescatar del silencio casi cuatro siglos de nuestra historia, pues creo de la manera más profunda que un individuo (o un pueblo) sin un pasado vivo no puede tener un presente vivo ni un futuro viable”.

Traigo a colación al escritor Carlos Fuentes porque desde México recientemente se conoció que un autor nacido en Mozambique se alzó con el Premio de Literatura en Lenguas Romances 2024 que otorga la FIL Guadalajara —desde 1991 hasta 2005 se conocía como Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo—. 

Se trata de Mía Couto, quien ha dedicado buena parte de su literatura a la historia de su país desde la ficción. Mozambique hasta 1974 fue colonia de Portugal.

A propósito de este premio nos acercamos a algunas de las historias de Africa y, en específico, de Mozambique. Su más reciente novela, El mapeador de ausencias (2020), podría considerarse que es la historia del retorno tantas veces contada, desde La odisea hasta nuestros días, solo que esta vez el retorno no es sólo a un espacio geográfico, sino a la memoria, a contar el tiempo que el narrador no puede —ni quiere, ni debe— olvidar.

“La historia, en otras palabras, no es una máquina de calcular. Brota en el pensamiento y en la imaginación y toma cuerpo en las respuestas de la cultura de un pueblo”, sostiene el escritor británico Basil Davidson. 

Bajo similar premisa Couto despliega sus ars poética y narrativa en El mapeador de ausencias, en donde prevalece la visión mozambiqueña, la forma de ver la vida que algunos estudiosos de la literatura llaman “realismo mágico”. Pero Mia Couto afirma que en su país se vive un “realismo real”.

“Mozambique existe porque es un gran productor de historias. Y estas surgen de la confrontación y la convivencia de diferentes culturas, pueblos, naciones, religiones… que para poder trenzarse en armonía de fronteras tienen que presentarse, construirse en personajes. Y a partir de esos fragmentos, poder producir la gran epopeya nacional”, asegura Couto.

El autor ha obtenido el Premio Camões en 2013 y sus novelas Tierra sonámbula (1992) y El vuelo del flamenco (2000) han sido llevadas al cine.

Es biólogo, periodista y escritor que transita por los géneros de poesía, cuentos y novela. Desde temprana edad fue parte de la construcción de la Agencia de Informativa de Mozambique, una vez independizado de Portugal.

En El mapeador de ausencias se mezcla la poesía en frases de los personajes y epígrafes con los sueños y cartas, informes y personajes que vivieron en otros tiempos y los que extrañamente sobrevivieron, sin que el lector se pierda en la narración de la historia.

No puede faltar el desencanto por los cambios que no se realizaron a raíz del triunfo del Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo), lo que nos hace pensar que la FIL Guadalajara no da puntada sin dedal ya que la organización de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Guadalajara ha tenido diversas controversias con el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador.

Una vez terminada la lectura me asaltó la canción del grupo de rock mexicano El Tri:

Ella existió solo en un sueño
Él es un poema que el poeta nunca escribió
En la eternidad los dos
unieron sus almas para darle vida
a esta triste canción de amor.

La novela de Mía Couto no es de amor, no es triste, ¿o sí?

Colofón: “No es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” (Serrat).

Mujeres que no saben volar

Decía Edward Said, el maestro de los estudios poscoloniales, que ningún imperio confiesa su ánimo de conquista y saqueo; antes bien, prefieren verse y mostrarse como educadores y libertadores. Mucho de esa concepción abunda en las páginas de El mapeador de ausencias, de Mia Couto, una novela que puede leerse sin problemas como testimonio del dominio portugués en Mozambique, dominio sostenido a sangre y fuego durante el cual, a la par que se asesinaba y saqueaba, se nutría la noción de “un Portugal sin razas y sin racismo”.

La novela, sin embargo, va mucho más allá de esa lectura evidente.

Si intentáramos trasladar a un diagrama el armazón narrativo de El mapeador de ausencias, terminaríamos con uno de extraordinaria complejidad. La novela se desarrolla en dos tiempos, el de la colonia y el de la independencia; y contrapone las  visiones del mundo de dos culturas asentadas en dos continentes distintos. Por si eso fuese poco, la historia se trasmite por boca de una multitud de personajes a quienes da voz una especie de director de orquesta, que aquí llamaremos narrador principal, dedicado a recabar testimonios orales, informes públicos, trozos de diarios, correspondencia y cualquier otro vehículo de expresión a la mano.

Al desarrollarse en Mozambique, la narración  se mueve alternativamente de la época colonial a la postcolonial. A pesar de estar poblado por personajes de gran calado psicológico, el relato correspondiente a los años de dominación portuguesa y de la lucha por la independencia se concentra, como era de esperar, en el accionar colectivo bien sea en pro o en contra de esa independencia. Los eventos contemporáneos al  narrador principal, en cambio, aun teniendo como referencia ubicua los hechos de la colonia, se centran en el conflicto individual de un narrador que, como se dice de quienes agonizan, recoge sus pasos para reconstruir, a un tiempo, su propia individualidad y la de un país cuya libertad es problemáticamente reciente.

Este narrador principal es, además,  un escritor cuyo rol a lo largo de la novela es la de rehacer una memoria colectiva a partir de  trozos de información que le son legados y de la fusión de afectos y odios  mediante los cuales se rearma una sociedad que padece de conflictos no resueltos, sea como colonia o como país independiente.

Dos maneras de procesar los hechos se contraponen. Dos formas de interpretar la realidad en las que se enfrentan la racionalidad occidental de los blancos portugueses con esa otra racionalidad que solemos asociar con el así llamado pensamiento  mágico. Se trata en realidad de una manera distinta de formular la realidad propia de la cultura y la tradición Mozambiqueña. No son pocas las veces que en las páginas de El mapeador de ausencias se establece una especie de contrapunteo entre las dos lógicas opuestas:

—Aquella señora no sabía volar (…) Me di cuenta en cuanto apareció en el cielo…

—A ver, Capitine, (…) Queremos hechos, solo los hechos, ¿vale? Nada de gente volando…

—Le diré, señor, que esa señora voló en una dirección muy equivocada…

De modo que todo lo relativo a Mozambique y a la cultura de sus habitantes originarios está envuelto en un halo de poesía y de misterio. Todo se dice en clave, poéticamente. Ningún mensaje es explícito si no se conocen los códigos que lo sustentan

En general no abundan los juicios sobre nada, sea racismo, delincuencia o la mismísima represión desatada por el conquistador. Todo  fluye como parte de la realidad evidente,  inescapable, pero no necesariamente juzgada aunque tampoco aceptada. Si se quiere algún tipo de interpretación de los hechos, hay que deducirla de las decenas de  aforismos que se dejan caer a lo largo del texto, que, revestidos de un cierto fatalismo, dejan asomar el tipo de percepción que cada personaje tiene de los eventos que ocurren en cada momento de la narración.

Muchas de esas frases sentenciosas son pronunciadas por mujeres, representadas en la novela por cuatro personajes que se constituyen, a lo largo de sus páginas, en verdaderos ejes referenciales.

Con El mapeador de ausencias, Mia Couto ha logrado una novela estructuralmente compleja, pero, aunque suene contradictorio, placenteramente legible.

Abierta convocatoria internacional para Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2024

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, anunció este miércoles 11 de septiembre la apertura del XIII Premio Libertador al Pensamiento Crítico, cuya convocatoria está a cargo del Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (Celarg) y la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH).

El jefe de Estado dio a conocer el lanzamiento de la edición número 13 del premio durante la clausura del primer Congreso Mundial contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones similares: un frente global por la humanidad, celebrado en Caracas.

Invitó a creadores y escritores del mundo a participar con sus obras sobre el fenómeno del fascismo, neofascismo y la batalla de las redes sociales.

El galardón, creado en 2005, es considerado el más importante reconocimiento al pensamiento contrahegemónico otorgado en lengua castellana.

Hasta el 31 de diciembre estará abierta la recepción de obras.

El premio se regirá por las siguientes bases:

P r i m e r a

Se entiende por obra de pensamiento crítico a toda aquella obra escrita que desde una posición comprometida con la defensa de la humanidad y la perspectiva de que la construcción de otro mundo es necesaria, analice críticamente la realidad del mundo contemporáneo, en forma global o sectorial, en cualquiera de los campos de la actividad social. Así, la guerra, la economía, la política, la democracia, la relación con la naturaleza, los derechos humanos, los derechos de los pueblos, la integración de los países, el racismo, el imperialismo, son temas, entre otros, que pueden ser objeto de ese ejercicio de pensamiento crítico.

S e g u n d a

El premio será concedido al mejor libro publicado y circulado por primera vez en castellano entre el primero de enero de 2020 y el 31 de diciembre del año 2024. Se admiten obras originalmente escritas en otros idiomas, siempre y cuando la edición original no anteceda en más de dos años al de su publicación en castellano. Se admitirán libros impresos y digitales (eBook o PDF), debidamente registrados en la Agencia del ISBN y circulados durante el periodo indicado. CARACAS – VENEZUELA

Te r c e r a

El premio consistirá en una pieza escultórica representativa, diseñada al efecto, el certificado o diploma correspondiente, la cantidad de ciento cincuenta mil dólares estadounidenses (US$ 150.000) y la publicación de la obra.

C u a r t a

Los libros en soporte impreso deben ser remitidos por correo certificado (privado o público) con la autorización del derechohabiente respectivo. Se admitirán libros escritos por más de un autor o autora, sin restricción de nacionalidad o país de residencia.

Q u i n t a

Las obras impresas deberán ser enviadas en número de siete (7) ejemplares a la siguiente dirección: Fundación Celarg. Avenida Luis Roche con tercera transversal, urbanización Altamira, municipio Chacao, estado Miranda. Código postal 1062. Caracas, República Bolivariana de Venezuela, acompañadas de una comunicación donde se indique claramente la voluntad de participar en el Premio Libertador al Pensamiento Crítico. En el envío se incluirán los datos personales del autor o autora: nombre y apellido, dirección completa, teléfonos de contacto, correos electrónicos, así como foto actualizada y resumen curricular.

S e x t a

Tanto los libros editados y circulados en soporte digital como los impresos, deberán remitir el PDF, con los datos de la edición y el autor a la siguiente dirección de correo: libertador@premioscelarg.com.ve

S é p t i m a

La recepción de postulaciones vence el 31 de diciembre de 2024, tanto para las obras en físico como para las digitales. En el caso de las primeras se admitirán las obras que hayan sido enviadas por correo y tengan matasellos de origen en el periodo hábil.

O c t a v a

El jurado estará constituido por cinco miembros de los cuales dos serán venezolanos. El jurado emitirá su veredicto acompañado con un juicio razonado sobre la calidad e importancia de la obra premiada.

N o v e n a

El premio será otorgado por mayoría de votos y no podrá ser dividido ni declarado desierto. El jurado podrá destacar con menciones, hasta cinco de las obras participantes. Se deja establecido específicamente para todas las convocatorias que el haber obtenido con anterioridad el Premio Libertador al Pensamiento Crítico, no le impide a un autor o autora volver a participar.

D é c i m a

El Premio será entregado al ganador o ganadora en un acto público en la ciudad de Caracas, en fecha que será anunciada oportunamente.

U n d é c i m a

El autor o autora de la obra galardonada con el Premio Libertador al Pensamiento Crítico, otorgará al CELARG el derecho a publicar un total de 50.000 ejemplares de la obra ganadora, en uno o más tirajes, durante un período de cinco años.

Las posteriores ediciones de la obra, de naturaleza comercial o gratuita, impresas o digitales, y en cualquier idioma, deberán indicar en lugar visible: “Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2024”.

D u o d é c i m a

La participación en esta convocatoria implica la aceptación, sin reservas, de las presentes bases. Lo no previsto en ellas será resuelto por los organizadores.

Para mayor información el Celarg pone a disposición el correo electrónico libertador@premioscelarg.com.ve.