El escritor Fermín Goñi con su libro Todo llevará su nombre (FCE) conversa sobre Simón Bolívar, sus últimos días y las batallas que se libraron para lograr nuestra independencia del yugo español —hace doscientos años— en el episodio 50 de Las formas del libro, dirigido y conducido por Raúl Cazal.
Goñi nació en Pamplona, Navarra, pero se declara orgullosamente venezolano y admirador de Bolívar. Todo llevará su nombre forma parte de una trilogía de novelas históricas que la componen Los sueños de un libertador —biografía sobre Francisco de Miranda— y Un día de guerra en Ayacucho.
Escritor de novelas negras, le tomó 10 años revisar todos los documentos y cartas del Libertador, leer biografías de historiadores venezolanos e internacionales. Además de cotejar estrategias militares y visitar los lugares en donde El Libertador estuvo durante la gesta libertadora.
El programa producido por el Cenal, ente adscrito al Ministerio de Cultura, recibió por parte del jurado calificador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2023 una mención especial en la categoría Periodismo cultural.
Las formas del libro cumple 3 años con 50 episodios que se transmiten en el canal de YouTube y el sitio lasformasdellibro.com. Se transmite por ANTV y ViveTV, en Venezuela, y por Multivision y Canal Educativo, en Cuba.
Este domingo 17 de noviembre finalizaron exitosamente bajo el lema Leer transforma las actividades literarias y culturales de la 20.ª Filven en Aragua y Guárico.
Desde el viernes 15, La Victoria y Calabozo fueron sedes de la máxima fiesta de las letras del país organizada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Centro Nacional del Libro (Cenal) y Gabinetes Estadales de Cultura, en coordinación con autoridades regionales.
En La Victoria la Filven tomó la plaza José Félix Ribas, el Teatro Ribas y la Casa de la Cultura Alsacia Álvarez, mientras que en Calabozo la cita con la palabra se dio en la plaza Bolívar del Casco Histórico, a propósito de la celebración este 2024 de los 300 años de la fundación de esta ciudad.
Filven Guárico cerró con homenaje a Efraín Hurtado
Como parte de las actividades de clausura de la 20.ª Filven Guárico se rindió homenaje al escritor calaboceño Efraín Hurtado, para reivindicar su obra poética y sus estudios en el campo de la antropología, con un recorrido histórico en la Casa Natal Francisco Lazo Martí (Ateneo de Calabozo), actividad que contó con la participación de la profesora Daisy Barreto y la antropóloga Chiristiane Valles, quienes, además, estuvieron a cargo del conversatorio “La dimensión humanista de Efraín Hurtado”.
Se presentó el libro El habla del venezolano, de Isabel Rivero, a cargo de Salomé Rodríguez, y Mujeres del siglo XX, de Kintto Lucas, por parte de la profesora Ledys Lima.
“Kintto Lucas recoge en este libro crónicas literarias, pero una crónica híbrida verdaderamente. Son 42 crónicas que imbrican las voces de esas 42 mujeres”, destacó la profesora Lima.
Asimismo, Lima invitó a seguir promoviendo el encuentro con los libros. “La lectura tiene un gran poder, nos da aprendizajes, nos encontramos con su autor, con sus pensamientos, sus sentimientos. La lectura es conocimiento, es libertad, es el desarrollo del pensamiento crítico y transforma”, reflexionó.
El cronista de la ciudad de Calabozo, Ubaldo Ruíz, presentó el libro Los andinos al poder, de Domingo Alberto Rangel, para analizar parte de la historia venezolana del siglo XX, desde el gobierno de Cipriano Castro hasta el derrocamiento de Isaías Medina Angarita.
Clausura de Filven Aragua con reconocimiento a fabuladores
En la Filven Aragua despidieron la fiesta literaria con la entrega de reconocimientos por parte del Gabinete Estadal de Cultura a los Fabuladores de Aragua, así como a organizadores y participantes de la fiesta del libro y la lectura.
Entre los libros presentados en la jornada final se hallaron Las causas comunes de la humanidad. No es tiempo de tibiezas, de Saúl Rivas, y Mujeres venezolanas, escritas y contadas, de Carmen Clemente Travieso, José Gregorio Linares, Luis Pellicer y Yoama Paredes, ambos del Centro para la Descolonización. Asimismo, se dieron a conocer títulos de la Colección insurgencias históricas y afroepistemologías cimarronas de la Fundación Editorial El perro y la rana.
También se realizó un encuentro para la lectura de crónicas y relatos, memorias del pueblo, con cronistas comunales acreditados por el Centro Nacional de Estudios Históricos.
Además de Aragua y Guárico, la edición 20 de la Filven ha llegado también este año a Apure, Trujillo, Cojedes, La Guaira y continúa su recorrido regional.
Más información sobre la Filven está disponible en su sitio web www.filven.com
Este domingo 17 de noviembre presentaron en la I Feria Internacional del Libro de Poesía (Expoesía 2024), con una edición de Monte Ávila, la obra Sólo dioses con la que la autora merideña María Virginia Guevara Carrillo ganó recientemente la IV Bienal Nacional de Literatura Lydda Franco Farías, mención Poesía, convocada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través del Centro Nacional del Libro (Cenal), y dirigida a escritoras.
La Expoesía se desarrolla en los espacios del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (Celarg), en Caracas. Ahí la obra de Guevara Carrillo fue presentada por el viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), Raúl Cazal, en compañía de la autora y del filósofo Antonio Gámez.
Se trata del primer libro de María Virginia Guevara Carrillo, quien es editora, traductora y promotora cultural, graduada en Lenguas y Literaturas Clásicas en la Universidad de Los Andes. Parte del premio de la Bienal Lydda Franco Farías consistió en la publicación de la obra por Monte Ávila.
El viceministro Cazal compartió su impresión al conocer la identidad de la autora tras anunciarse el veredicto del jurado de la bienal y destacó la profundidad de los temas que Guevara Carrillo aborda.
“Uno conoce a María Virginia en líneas administrativas y, al recibir el veredicto, me sorprendió quién logró ser merecedora de este premio. Quedé impresionado, sobre todo por el tema que presentó. Reflexionando sobre los dioses y mitos, me doy cuenta de que una parte de nuestra vida social y nuestra identidad como Patria está relacionada con la conformación de esos dioses”, comentó.
El presidente del Cenal y también de la editorial El perro y la rana enfatizó la capacidad de la poesía de María Virginia Guevara Carrillo para conectar con el ser social. “Cuando encontramos una poesía como la de María Virginia, uno se siente identificado. Aunque algunos la llamen panfletaria, cuando se dice la palabra “social”, en este caso tiene que ver con entender de dónde venimos y hacia dónde vamos”.
Cazal también destacó la calidad de la obra señalando que “la visión del jurado reconoce su alta elaboración en el lenguaje y la composición de imágenes poéticas”.
Además, subrayó el apoyo que María Virginia Guevara ha brindado a otros poetas en su camino literario, lo que la ha favorecido en la creación de este poemario.
El filósofo Antonio Gámez señaló: “María Virginia, en este poemario hermoso que no sólo muestra el tema de la mitología sino algo de filosofía y además un profundo amor por la palabra, nos muestra que es posible que la poesía viva en cualquier persona; no sólo ella es laboriosa sino que forma parte de ese oficio sagrado de ser intermedio de lo más alto del ser humano y lo más bajo, y hacer la conexión con lo más bello que tiene el ser humano. Por eso de verdad estoy sumamente orgulloso de este poemario”.
La autora María Virginia Guevara Carrillo sostuvo que su libro es un cúmulo de estudios mitológicos que forma parte de la necesidad humana de transmitir lo que hay entre la razón y lo que se siente. “El tema surgió de una sensación, de un sentir. Cuando hablo de dioses, no me refiero a una religión específica, hablo de sólo dioses de distintas culturas para la mitología griega, la mitología egipcia, el cristianismo y el catolicismo”, explicó.
Guevara también subrayó que su obra incluye una variedad de referencias mitológicas, y que los poemas reflejan su experiencia personal y su conexión con los demás. “Empecé desde la periferia y terminé expresando cosas de mi experiencia con el otro, complementando ese sentir a través de la poesía”, agregó.
La escritora es cocreadora de las colecciones Taima-Taima y Juventudes Comandantes, de la Fundación editorial El perro y la Rana; cofundadora de la editorial La Estrella Roja, directora de la revista Síntesis y ha sido colaboradora en distintas casas editoriales del país, tales como la Biblioteca Ayacucho y el Fondo Editorial Fundarte.
Los epígrafes generalmente son faros que los autores colocan al inicio de sus textos para iluminar el camino que va a recorrer el lector. A veces a un epígrafe lo acompaña otro para que la iluminación tenga mayor intensidad. Cuando son más de dos, es momento de preocuparse, porque tantos faros en vez de ayudar, enceguecen.
Ninguno de estos casos tiene que ver la novela La última vez (2022) del escritor argentino Guillermo Martínez, porque carece de epígrafes. Sin embargo, tiene por subtítulo “una intriga literaria”, que al lector puede darle algún indicio. Pero la ilustración de un cuaderno de notas que cae al fondo de una piscina es un detalle más que ilustrativo.
Subtítulo e ilustración podrían ser los epígrafes innecesarios, porque al final de cuentas el lector se encontrará con citas, personajes y obras en una ficción que funciona como un reloj.
Esta es la historia inconclusa, literariamente hablando, de un crítico literario y un “escritor argentino abrumadoramente famoso” que se llama A. Es necesario acotar que Guillermo Martínez es matemático y el narrador de la novela, también. Si no fueran matemáticos, el escritor se llamaría X.
Antes de llegar a esta novela de intriga literaria, Martínez obtuvo en 1989 el premio del Fondo Nacional de las Artes por el libro de cuentos Infierno grande. En 2003 gana el Premio Planeta Argentina con la novela Crímenes imperceptibles, que en 2008 fue llevada al cine por el español Alex de la Iglesia bajo el título Los crímenes de Oxford. A partir de la exhibición de este film, las ediciones posteriores del libro pasaron a tener el título de la película. También ha sido merecedor del Nadal de novela 2019 por Los crímenes de Alicia.
La novela La última vez no tiene por referente la canción de un tango o milonga como sugiere el título, aunque podría tener sentido por las tribulaciones de A debido a la incomprensión de los lectores de sus libros. Sin embargo, es el cuento “La próxima vez” (1895), de Henry James, que presenta como un juego de sus personajes y también de palabras.
Otro de los autores, entre muchos que refiere la novela y que el lector podrá disfrutar cómo el narrador va desenredando los acertijos literarios, es el escritor chileno José Donoso con la novela El jardín de al lado (1981). De esta toma el personaje de la agente literaria Nuria Monclús y menciona a Marcelo Chiriboga, un escritor ecuatoriano ficticio que forma parte del boom latinoamericano.
Así como Donoso juega en El jardín de al lado con “¿novela-documento que, aunque ya rechazada una vez por la formidable Nuria Monclús, yo estaba seguro de poder transformar en una obra maestra superior a esa literatura de consumo, hoy tan de moda, que ha encumbrado a falsos dioses como García Márquez, Marcelo Chiriboga y Carlos Fuentes?”.
También Martínez hace lo propio en La última vez: “A la pregunta de cuál era su autor favorito entre los del boom, A había respondido, como una boutade, que Marcelo Chiriboga, «aunque no tanto por La línea imaginaria, que le parecía sobrevalorada”.
Entre los escritores del boom se encuentra Donoso por su novela El obsceno pájaro de la noche, que en La última vez, se menciona tangencialmente en la descripción de la esposa de A: “Sobrevivía sin embargo, impúdica, desatada, como la única pasión en pie, la exaltación sexual, el obsceno pájaro de la noche”.
Entonces, como lectores dejamos de ser pasivos —diría Julio Cortázar— y nos convertimos en detectives literarios, ya que de intriga se trata la novela. Vamos a la búsqueda de la obra de José Donoso y el epígrafe resulta ser de Henry James.
Pareciera que todo cobra sentido si tomamos por cierto que los libros de los autores, como los de A, tienen patrones que se repiten, “aunque de formas ligeramente distintas: a veces es dos más dos más tres, a veces es cinco más dos, a veces es tres más cuatro”.
La literatura, como la de Guillermo Martínez, contienen fórmulas imperceptibles. Ricardo Piglia en una entrevista, cuando recibió el Premio Rómulo Gallegos en 2011, dijo que los patrones eran comparables con “ciertas reiteraciones de motivos en la música”. Son como las repeticiones de Charlie Parker que surgen como improvisaciones, porque tocaba como si fuera la última vez.
Que en La última vez el tema de la novela sea la propia literatura y que no resulte un fastidio intelectualoide es una inesperada sorpresa; pero que, además, el personaje principal sea un crítico literario arropado con el abrigo de un investigador privado raya en la extrema originalidad o en la extrema rareza.
Los críticos literarios están en el mundo no para ser personajes novelescos sino para ser menospreciados por los autores de esas novelas. Al fin y al cabo, constituyen una fauna que vive vicariamente de lo que otros escriben. No les falta razón a los ofendidos literatos cuando a una opinión que denigra de su obra responden desafiantes que la perfecta crítica literaria sería escribir un texto superior, en calidad estética, al despachado por el crítico.
En La última vez, el argentino Guillermo Martínez revierte una parte de tan prejuiciados conceptos y elige como protagonista de su novela a un crítico literario joven y brillante, admirado y temido por quienes a un tiempo anhelan y se horrorizan frente a la posibilidad de que ese joven se ocupe de sus obras, pues “lo extraordinario en Merton, -nombre del joven crítico- era que siempre decía la verdad íntegra, la verdad imperturbable”.
La contraparte de Merton, es un moribundo escritor que, contraviniendo el lugar común sobre los críticos y la crítica, anhela que ese acucioso lector no solo se ocupe de su obra, sino que sea capaz de descubrir en ella lo que nadie, según él, ha logrado descubrir hasta ahora. Sin temor a los simbolismos, Guillermo Martínez nombra a este personaje con una económica, pero sugerente letra A.
La novela soporta sin sobresaltos ser leída con el punto de mira que al lector más le interese. Tocada con elementos de novela policial, aunque no haya crimen, pero sí misterio -como lo deja asentado el propio autor en alguna entrevista- el relato se presta bien a ese adelantarse a los acontecimientos en busca de resolver el enigma, tan propio de los lectores de novela negra.
En este caso, lo policial parece encarnarse en dos búsquedas paralelas: la primera concierne al supuesto misterio no desvelado en la obra de A; la segunda se interna en los meandros del oficio literario como territorio de la vanidad, de la competencia e incluso de lo patológico.
El lector puede también enfocarse en las aventuras eróticas del atareado crítico, quien a lo largo del texto demuestra que le sobra tiempo para ocuparse en simultáneo del corpus literario y de los cuerpos que lo rodean.
En lo que a mí respecta, elijo quedarme con esa especie de repaso del mundo de la creación literaria que campea en cada página de La última vez y que no ahorra en ironía. Por sus páginas desfilan el tan hipertrofiado como inseguro ego de los escritores; el rol determinante, aunque no siempre evidente, de los agentes literarios; y la oculta mano de la industria editorial que, además de decidir qué se publica o qué no, impone a los autores reglas, temas y condiciones.
Una de las presencias más llamativas de esa panorámica es la apenas oculta de Carmen Barcells. En palabras del propio narrador: “la gloriosa agente literaria (…) espléndida en derroches y desplantes que dio vuelta a su antojo a la escena literaria española”.
Martínez se divierte poniendo en juego lo que muchos otros escritores, y no pocos lectores, suelen pensar acerca del mundillo literario; al tiempo que actualiza la vieja interrogante sobre la esencia de esa cosa movediza que llamamos literatura. Tan movediza que da pie al narrador para afirmar, por ejemplo que “la lectura, fatalmente, es un malentendido: cada quien encuentra lo que quiere”.
El mérito mayor de Guillermo Martínez en La última vez tal vez sea el haber logrado darle un carácter aventuresco a unos temas y a unos personajes que, si bien aparecen en otros autores, suelen ser tratados desde una atalaya intelectual que los aleja del lector común.
Martínez, en cambio, convierte tales temas en bloques de una narración fluida y entretenida que niega a rajatabla la propuesta según la cual “Entretenerse, ya se sabe, es algo que puede sacar de las casillas a cualquier crítico, en el sentido más literal”. La última vez puede descargarse en libgen.is
La escritora zuliana Lolimar Del Valle Suárez Ayala ganó la II Bienal Nacional de Literatura Apacuana con su obra teatral “Los cuatro de Copenhague”.
La bienal fue convocada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) y el Centro Nacional del Libro (Cenal), con el objetivo de estimular la creación de obras de teatro cuya temática promueva el análisis de la teatralidad venezolana y contemple nuevos planteamientos discursivos y estéticos de la dramaturgia nacional. Estuvo dirigida a autores venezolanos y extranjeros residenciados en Venezuela con obras de teatro inéditas y originales.
El jurado, designado por la CNT e integrado por Aníbal García, Verónica Arellano y Pablo García Gámez, después de evaluar 31 proyectos participantes, acordó por unanimidad declarar ganadora la obra “Los cuatro de Copenhague”, identificada con el seudónimo “Orión” y que, una vez abierta la plica, resultó ser de la autoría de Lolimar Del Valle Suárez Ayala.
De acuerdo con el veredicto, el manuscrito fue seleccionado “por su aporte a la dramaturgia venezolana, valorizando a la tercera edad, su solidaridad y amistad”.
El jurado indica que la obra “ofrece intensidad y riqueza en sus metáforas, agilidad en los diálogos y personajes de calidad humana; personajes tradicionalmente relegados que muestran una actitud de convivencia más allá de las diferencias entre ellos”.
Como premio la ganadora recibirá un pago único de Bs 100.000,oo otorgado por el Centro Nacional del Libro, Diploma (Cenal/CNT) y la publicación (impresa y digital) por Monte Ávila Editores Latinoamericana después de sujeta la obra ganadora a revisión y montaje por la CNT el año continuo a la celebración de la bienal.
Lolimar Del Valle Suárez Ayala es escritora, formadora teatral, directora escénica y licenciada en Comunicación Social por la Universidad del Zulia. Autora de las obras teatrales El puente, Señor Ministro, Piso 5, Rouge Cabaret, Amigas, La fiesta de la Princesa, Serpentario, Tres regalos, todas llevadas a escena.
Realizó estudios de teatro en la Escuela de Teatro Inés Laredo e integró el Teatro Estable de LUZ durante 11 años, donde incursionó en la dramaturgia y la dirección escénica. Es cofundadora de la Productora teatral Teorema. En 2022 ganó el Premio Nacional de Dramaturgia Lina López de Aramburu que entrega la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte).
Su línea de acción en el ámbito teatral respalda la dramaturgia del actor, la investigación y la crítica social en su planteamiento discursivo.
El escritor aragüeño Daniel Enrique Herrera Malaver ganó la II Bienal Nacional de Literatura César Rengifo, mención Ensayo Teatral, con su obra “La ciudad como escenario: Vito Modesto Franklin, duque de Rocanegras”.
Esta bienal fue convocada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) y el Centro Nacional del Libro (Cenal), a fin de fomentar la investigación y construcción de conocimientos y saberes desde las prácticas artísticas, la gestión cultural y los procesos académicos, así como reconocer temáticas e intereses en la práctica teatral actual, sus elementos subjetivos, aspectos simbólicos e imaginarios.
El jurado, designado por la CNT e integrado por José Daniel Suárez, Graciela Ávila y Job Jurado, acordó por unanimidad declarar ganador el citado ensayo identificado con el seudónimo “Digna Adiv” y que una vez abierta la plica resultó ser de la autoría de Daniel Enrique Herrera Malaver.
De acuerdo con el veredicto, se trata de un ensayo con rigor investigativo y argumental que “presenta la historia del teatro venezolano enmarcada en la sociología de un siglo que aún nos falta revisar”.
Señala que la “estructura temática y su desarrollo deja en el lector un conjunto de elementos que permiten la reconstrucción histórica. Su propuesta discursiva da cuenta de un manejo esmerado del lenguaje y de creatividad”.
El premio consiste en un pago único de Bs 100.000,oo al ganador, otorgado a través del Centro Nacional del Libro, un Diploma (CNT/Cenal) y la publicación del ensayo teatral por Monte Ávila Editores Latinoamericana en formato impreso y digital de circulación libre.
La bienal está dirigida a creadores, investigadores, gestores culturales individuales, de instituciones u organizaciones teatrales o disciplinas afines, docentes y estudiantes universitarios venezolanos (dentro y fuera del país) y extranjeros (extranjeros residenciados en el país) con trabajos inéditos y originales con aportes analíticos sobre el teatro desde los procesos artísticos, académicos y de gestión cultural en su relación multidisciplinaria.
Revisión histórica del Duque de Rocanegras
Daniel Enrique Herrera Malaver (Maracay, 1987), residenciado en Nueva Esparta, basó su ensayo en la investigación que realizó para su Tesis de Grado La escritura de una obra dramática a partir de la revisión histórica del Duque de Rocanegras (2021), con la que optó al título de Licenciado en Artes.
En ese sentido, explica que el ensayo presenta a Vito Modesto Franklin, un caletero guaireño, quien regresó de un viaje a Europa transformado en un personaje rocambolesco: el Duque de Rocanegras y Príncipe de Austroasia.
De acuerdo con el autor, se toma en cuenta los importantes aportes de los humoristas del periódico Fantoches en la construcción del supuesto personaje de la nobleza, así como curiosos acontecimientos que convergieron y dan cuenta de aspectos culturales fundamentales para entender la Caracas de los años 20, ciudad que le sirvió al Duque de Rocanegras como escenario durante casi dos décadas.
Herrera Malaver es Licenciado en Artes, Mención Artes Escénicas, por la Universidad Central de Venezuela (2021). Realizó el Diplomado Debates de historia crítica hacia una historia insurgente del Centro Nacional de Historia (2018).
Es coautor de la obra teatral Entre Raíces (2014), puesta en escena en espacios no convencionales de Caracas por la agrupación Taima Teatro, y autor de Utio (La espada rota, 2005).
Ha sido guionista de cómics y editor y productor de contenidos para publicaciones, entre ellas la revista Memorias de Venezuela del Centro Nacional de Estudios Históricos (CNH), donde también trabajó en el departamento de Iconografía.
Fue facilitador de talleres de dramaturgia colectiva en Lara con el proyecto Actuando de raíz (2016-2017). También ha facilitado talleres de aproximación a la narrativa del cómic.
Ganó en 2020 el segundo premio del Concurso Autónomo de Literatura Infantil en su 2da edición con El Bosque blanco. En 2015 fue miembro del jurado del I Concurso Nacional de Historieta Cuento y Canto Gráfico.
El Centro Nacional del Libro (Cenal), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, ya tiene los nombres de los beneficiarios de su programa de Becas para el Estímulo a la Creación Literaria 2024.
La convocatoria, abierta del 15 de junio al 15 de agosto de 2024, estuvo dirigida a escritores venezolanos y extranjeros residenciados en el país con proyectos originales e inéditos o en fase de desarrollo.
Se consideraron cuatro géneros literarios para la participación: Narrativa; Ensayos sobre el libro y la lectura; Biografía, testimonios y crónicas y Literatura para niñas, niños y jóvenes.
Respecto al género Narrativa, fueron seleccionados Jennyfer Del Valle Casanova Gil (Bolívar) por “Mi hombre de revista”; Liwin Eduardo Acosta Ramones (Mérida) por “Cartas de un animal raro”; Luis Darío Bernal Pinilla (Distrito Capital) por “Zoraya”; Antonio Josué Alzuru Acurero (Falcón) por “Manuscritos fugaces” y Ana Julia del Valle Delgado Bellorín (Miranda) por “Leyendas de Capirastia”.
En el género Ensayo resultaron beneficiarios de la beca Cristhian Leonardo Díaz Gutiérrez (Distrito Capital) por su obra “Estética contemporánea de la sensibilidad”; Nellys Eustaquia Ramírez Díaz (Nueva Esparta) por “La lectura como acto militante”; Francisco Javier Bonivento Chacín (Monagas) por “Breviario de la novela contemporánea venezolana 2000 – 2004” y William Guillén Benavente (Distrito Capital) por “Un viaje onírico por la identidad y la transformación”.
En el género Biografías, testimonios y crónicas recibirán la beca Bettina Omaira Pacheco Oropeza (Táchira) por su trabajo “Todo París para Teresa”; Lelis Yurimar Patiño Hernández (Mérida) por “La promoción del libro y la lectura en Venezuela. Algunas experiencias robinsonianas” y Diego Manuel Ávila Muskus (Distrito Capital) por “Las madres y padres culturales de Guariquén”.
En el género Literatura para niñas, niños y jóvenes fueron seleccionados Zaileth Eliesky Pérez Guánchez (Distrito Capital) por “Una aventura espacial”; Eva Cristina Franco (Nueva Esparta) por “Las aventuras de Nevado y sus amigos”; Bartolomé Cavallo (Aragua) por “Las aventuras de los mochuelos voladores” y Rossmary Inmaculada Molero Gutiérrez (Aragua) por “Candela”.
Más información sobre el programa de Becas de Estímulo a la Creación Literaria del Cenal está disponible en su sitio web www.cenal.gob.ve
La 20.ª Filven La Guaira llegó exitosamente a su último día este sábado 9 de noviembre en el Terminal de Pasajeros La Guaira, tras instalarse desde el miércoles 6, con diferentes actividades literarias y culturales, en homenaje al escritor Jesús Cumare y con un pabellón infantil dedicado a la promotora de lectura Gladys Martínez.
Diversos títulos se presentaron bajo el lema Leer transforma, entre ellos los publicados por El perro y la rana, como Joaquina Sánchez, de Jesús Cumare; Entrevista a Delcy Rodríguez, de José Vicente Rangel; La ruta de los centauros, de Efraín Aponte; Viva Arevalo Cedeño, el libro de mis luchas, de Emilio Arevalo Cedeño, y las antologías de Ciencia ficción venezolana y Literatura fantástica.
Asimismo presentaron de El perro y la rana los libros Todas las voces todas de Mercedes Sosa y la política, de Alexia Massholder; Juan Micael, de Elena Molina; Breve historia del fascismo y la derecha en la Argentina (1955-1970), de Pedro Rodríguez; Metódica y melódica de la animación cultural, de Gloria Martín; Pictografía indígena de Venezuela, de Saúl Padilla, y Orinoco tres momentos en la controversia de los límites de Guayana, de Enrique Bernardo Núñez.
Monte Ávila presentó La patria niña y el pueblo niño, de Armando Carías. Vadell Hermanos presentó Narrar es un placer, de Luis Britto García. El fondo editorial editorial Raúl López “Ralo” presentó Una estrella de mar en La Guaira.
Asimismo se presentaron Política y pedagogía para el nuevo Estado, de Bartolo Hernández (Fondo Editorial Ipasme); La gerencia pública en el sector editorial venezolano, de Mariam Martínez (Fundarte); Afropedagogía en la educación venezolana desde la perspectiva de afro militante, de Jorge Guerrero Veloz (Trinchera); Crítica a la relación naturaleza y sociedad, de Aquiles Amares Pugarita.
Niñas y niños se acercaron a la lectura
En la 20.ª Filven La Guaira participaron más de 300 niños y niñas en el Pabellón Infantil, dedicado a la promotora de lectura Gladys Martínez, quien actualmente trabaja en Misión Cultura Corazón Adentro, donde ha podido profundizar aun más su pasión por la lectura y las artes con el desarrollo de diversas iniciativas para los pequeños, como la narración oral a través de cuentacuentos.
Entre las actividades destacadas, se contó con la presencia de la Fundación de Vargas para Síndrome de Down y la participación de diversas escuelas, como República de Panamá, Sergio María Recagno y Luisa Castillo.
Hubo presentaciones teatrales, musicales y de baile. Los pequeños pudieron apreciar grupos de danza indígena de las escuelas Hilda Vázquez y Ezequiel Zamora.
La participación de las promotoras de lectura de la Red de Bibliotecas Públicas del Estado de La Guaira y de la Biblioteca Nacional también fue fundamental para el desarrollo de las actividades de promoción de la lectura.
En el marco de la conmemoración de los 75 años de la revista Tricolor, el pabellón infantil contó con una exposición interactiva donde las docentes guiaron a los niños y jóvenes asistentes para conocer esta emblemática publicación.
La Filven La Guaira fue organizada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Centro Nacional del Libro (Cenal) y el Gabinete Estadal de Cultura, en coordinación con la Gobernación de La Guaira y la Alcaldía del municipio Vargas.
Este lunes 4 de noviembre se inauguró en Caracas, en el Centro de Convenciones del Parque Bolívar, La Carlota, el Foro Parlamentario Mundial Antifascista.
En este importante evento, que reúne a delegados de más de 70 países, los participantes pueden apreciar un muestra de la producción editorial de Venezuela a través del estand de Librerías del Sur, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC).
Además, en este espacio se comparte información sobre la Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN), iniciativa para la promoción del libro y la lectura creada por el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías en 2005 y que este 2024 llegó a su edición número 20, impulsada por el Gobierno Bolivariano del presidente Nicolás Maduro Moros, a través del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Centro Nacional del Libro (Cenal).
El Foro Parlamentario Mundial Antifascista se lleva a cabo este 4 y 5 de noviembre.
Durante el acto inaugural, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, aseguró que Venezuela está resuelta a mantener la lucha constante contra el fascismo.