La resistencia y fuerza ante los actos de injusticia, como el excesivo pago de impuestos a
autoridades españolas, la carencia de estatutos que protegieran sus intereses económicos y la falta de respeto en la sociedad discriminatoria de finales del siglo XVIII fue determinante para el proyecto de independencia en Venezuela, sostiene José Marcial Ramos Guédez, investigador y docente del Centro Nacional de Historia (CNH).
En diálogo con el historiador Manuel Carrero, como parte del ciclo “Carabobo: La proeza de un pueblo por su Independencia”, transmitido por el canal de YouTube de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2020, indicó que un precedente en la historia fue el movimiento liderado por el zambo José Leonardo Chirino en 1795 desde la población de Coro, estado Falcón, con el objeto de liberar de manera definitiva a los esclavos.
También, tenía como interés encontrar condiciones sociales de igualdad, sobre todo para los sectores explotados con el pago de impuestos, entre ellos, agricultores y ganaderos, lo que dio pie a que seguidores vinculados a él comenzaran a movilizarse para reclamar derechos.
Entre los que se sumaron a la lucha por la igualdad, estaban los esclavos negros, zambos, mestizos e indígenas, destacó Ramos.
“Fueron más de 400 personas que participaron en esos movimientos relacionados a Chirino, y esto se comprueba en los documentos que elaboraron los implicados en el juicio a estas personas de procedencia africana, mestizos, mulatos, zambos y población indígena”, reiteró.
Estudios de los monarcas revelan que en esas sublevaciones muchos blancos criollos fueron cómplices silentes de las ideas de Chirino, con pensamiento independentista, pero cuando vieron el fracaso, se sumaron al movimiento conservador para proteger sus intereses, relató.
Explicó que la difícil situación que atravesaban estos grupos esclavizados fue reseñada por las expediciones de Alejandro de Humboldt, en su paso por Venezuela, entre 1799 y 1800.
“Humboldt contó cómo esta población no tenía leyes que favorecieran la posibilidad de un libre comercio o una opción de establecer ventas de sus productos con diferentes colonias de provincias sin limitantes”, detalló.
Agregó que las fuerzas de los pardos y demás, sin duda, se relacionan actualmente con la clase trabajadora de la Venezuela del siglo XXI, movilizada defender el valor social del trabajo ante sectores dominantes.
Prensa Cenal.