Tres estaciones de promoción de lectura disfrutaron las niñas y niños de la unidad educativa José Ignacio Cabrujas, que visitaron este viernes 11 de noviembre el Rincón de Lectura, del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, en el área infantil de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), donde fueron recibidos por las trabajadoras bibliotecarias.
En la primera estación, la promotora de lectura de la Biblioteca Nacional Natacha Moreno, a través de cantos y actividades lúdicas, los introdujo en la vida de Miranda, para luego hacer un recorrido por las gigantescas páginas del libro Francisco de Miranda en la Revolución Francesa, donado por la Embajada de Francia en Venezuela; una replica del Arco de Triunfo de París, donde se encuentra inscrito el nombre del “caraqueño universal”, para finalizar con unos librotes que simbolizan “La Colombeia”, donde las y los pequeños pueden plasmar sus impresiones sobre la Feria o dejarle sus mensajes a Miranda.
La Revolución Francesa; Miranda llega a Francia; Batallas y La era del terror, son los cuatro capítulos que contiene este libro en comics, cuyo original se encuentra en el stand de Francia, país invitado de honor a la Filven; con el que a su vez la Embajada de Francia en la República Bolivariana de Venezuela le rinde honores a este venezolano valiente, que en 1792 tomó parte activa en la revolución francesa, alcanzando el grado de Mariscal.
Después de conocer un poco sobre la vida de este prócer universal, y las batallas que libró por la independencia de Francia, los visitantes fueron atendidos por Gilby Oca, funcionaria adscrita a la biblioteca pública “La Vega”, quien a través de la actividad denominada plegando y desplegando historias y la técnica del Origami, enseñó a las y los niños a elaborar barquitos de papel que emulaban el Leander, la corbeta que utilizara Miranda durante su primera expedición a Venezuela, en 1806.
Finalmente, la bibliotecaria Margarita Hernández, adscrita a la biblioteca pública Carapita, logró cautivar la atención de los más pequeñitos con la narración de historias de los libros pertenecientes a las colecciones de las salas para niñas, niños y adolescentes; como una forma de invitar a las maestras y a sus estudiantes, a inscribirse en la biblioteca pública más cercana a su comunidad, o a visitar la sala Mamá Rosa de la Biblioteca Nacional, donde podrían encontrar cientos de cuentos como “Vamos a cazar un oso”; El perro del cerro y la rana de la sabana; El cocuyo y la mora, entre muchos otros preferidos por el público infantil y juvenil.
La respuesta de los pequeños lectores no se hizo esperar, ante la motivación generada por la lectura en voz alta de la promotora de lectura, algunos niños se animaron a contar cuentos para sus compañeritos, emulando a la experta bibliotecaria. Como es bien sabido, la lectura es un aprendizaje social no individual e interdependiente con el entorno social, cultural y afectivo del individuo; de manera que estas actividades sirven además para involucrar a docentes, padres, representantes, y otros miembros de la familia que acompañan a los niños y niñas, a que se sumerjan en el maravilloso mundo de la lectura, y a disfrutar de todos los beneficios que ella nos brinda.
T/ Prensa MPPC