Los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra constituyen un precedente histórico logrado por el Libertador, Simón Bolívar, junto al ejército patriota y el pueblo que acabó con la práctica de la guerra de exterminio, hecho que sirvió de antecedente para lograr una guerra civilizada en los campos de Carabobo en 1821.
Así lo resumió el joven historiador Javier Alexander Escala en el III espacio del ciclo «Carabobo: La proeza de un pueblo por su Independencia», transmitido por el canal de YouTube de la Feria Internacional del Libro (Filven) que celebra su edición número 16.
En entrevista con el presidente del Centro Nacional de Historia, Alexander Torres, el joven relató como el Bolívar de 1820 imponía mediante la negociación las reglas que debían regir un enfrentamiento armado en la lucha por la independencia de Venezuela, unida a la entonces recién conformada República de Colombia.
Con una reputación y moral alta tras liberar más de 18 provincias hasta 1819, el Libertador logró obtener recursos de Nueva Granada, con los que organizó la campaña de Carabobo, aun cuando el ejército real español y el patriota no habían llegado al acuerdo en Trujillo, esto se lo permitía su visión y condición natural de estratega militar, destacó Escala.
Explicó que tras el acuerdo alcanzado en el armisticio el dominio español fue perdiendo territorio, y también fue testigo de cómo el pueblo se unía a la lucha del ejército de Bolívar, lo que le dio tiempo para sumar hombres al proceso independentista.
Para Escala existe una importante similitud entre el Tratado de Trujillo y lo que sucede actualmente en Venezuela, cuando se lucha por los derechos humanos frente al asedio imperial.
En el año 1820 «se luchaba por los derechos de las gentes, en el que Bolívar buscaba garantizar jurídicamente la vida de las personas y derechos como cristiana sepultura, no matar a heridos ni a personas civiles en la calle, esto refleja el espíritu pacifista del pueblo venezolano que en estos tiempos persiste y que resiste cuando tiene que hacerlo”, enfatizó.
Reiteró que actualmente se requiere de un acuerdo para que el país marche, pues sin acuerdos entre bandos políticos no puede haber paz ni progreso.
Entre las conclusiones del diálogo entre Escala y Torres, está que aún, 200 años después de estos acuerdos y rumbo al bicentenario de Carabobo, prevalece una pasión política y libertaria de los venezolanos por romper las cadenas que los oprimen.
Prensa Cenal.