El mar implacable de donde venimos

Hay novelas que tienen diferentes lecturas con el pasar del tiempo. Las corrientes literarias en boga generalmente marcan el destino del mercado editorial o viceversa. Mientras esto sucede el escritor o escritora, convertido en demiurgo, forja una historia como un concierto, en donde diferentes almas tienen trazados un mapa de escape en medio de un laberinto.

Es por ello que regresamos a El mar que me regalas, de Jorge Rodríguez Gómez, finalista del premio Rómulo Gallegos 2025, editada inicialmente en Venezuela por Acirema, en 2023, al año siguiente pasó a distribuirse en Latinoamérica al formar parte del catálogo de Fondo de Cultura Económica, de México, y en las librerías y ferias de libros de España gracias a la edición de la editorial Arzalia.

 Hay quienes leen la novela de Jorge Rodríguez como una novela negra o policial, que también es política porque el género “descubrió la relación entre el crimen y la política y lo puso en el centro de la escena literaria desde el principio”, como reflexionó Ricardo Piglia cuando recibió el Gallegos en 2011.

En pocas palabras, la novela policial ha sido eficaz en la crítica al capitalismo y la trama de El mar que me regalas trata esencialmente sobre el secuestro en Venezuela de un agente encubierto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).

La CIA existe, aunque descrean los desencantados e ignorantes. No es ficción ni pasado, solo que han diversificado las acciones de estos agentes con otras agencias (Usaid, NED, etc.) y cuando estos no logran sus objetivos, mandan a los “chacales”, como afirma John Perkins en Confesiones de un gánster económico

El emperador de turno recientemente anunció una acción militar contra Venezuela en conjunto con la CIA. Es conocido que estos agentes están desplegados en el país —y por todo el mundo— para asesinar a quienes enfrentan sus intereses coloniales.

El mar que me regalas es la historia de una generación que decidió arriesgar la vida contra el sistema en tiempos en que parecía que todo estaba perdido y lo que quedaba (para algunos) era tararear canciones de Joan Manuel Serrat. 

Pero la vida es un entramado que difícilmente puede contarse linealmente. Es como el mar que nos trae olas y forma diferentes rocas o en las orillas de la playa una urdimbre con conchas marinas y en la arena las huellas borradas.

La novela de Rodríguez expone la miseria humana, su lado más desalmado, así como los sueños y la desesperación, la ternura y el amor. El sexo nunca ha estado fuera de su literatura y en El mar que me regalas tiene los ingredientes necesarios, pero eso no lo hace novela erótica, sino más vívida, real, si se quiere decir de otro modo.

Es la pulsión humana lo que está detrás del demiurgo que entiende que entre la vida y la muerte todo está escrito, sólo hay que conocer las claves para contarla y que esta ponga en suspense al lector, algo que Jorge Rodríguez retrata magistralmente a los antagonistas en la dimensión de sus acciones, sin fórmulas maniqueas, sin pudor, sin necesidad de que cada uno renuncie a sus miserias o valores. El lector sabrá de qué lado de la balanza está su vida.

En varias oportunidades nos hemos hecho la pregunta de qué cuentos o poesías llevó a Jorge Rodríguez a esculpir esta obra en donde se estrena como escritor de novelas, la catedral de los géneros literarios. Podemos intuir que es la vida contra la muerte, las injusticias, pero sobre todo el mar, el río, las aguas que van y vienen, que no es lo mismo mirarla que estar en ella, pisando fondo o en la superficie.

El mar que me regalas tiene la singular particularidad de que el lector va a ser cómplice por la búsqueda de respuestas a los acertijos, los sueños empeñados, la utopía. Genera la sonrisa y la furia, la tristeza y la alegría, el recuerdo sin remordimiento y estar atento a la eterna amenaza.

La ficción tiene más de realidad que de invención y por ello podemos hacer diferentes lecturas sin importar el tiempo, que a veces es implacable, como el mar que nos regala Jorge Rodríguez en forma de novela.

El fuego literario del viento

A principios de la década pasada leí dos libros que tenían que ver con Guillermo Saccomanno. Uno, El oficinista, de su autoría, Premio Biblioteca Breve 2010 de Seix Barral, que me dejó la amarga sensación de la construcción de una historia con hechos cotidianos, mínimos, a veces asfixiante. El segundo, Trilogía de Entre Ríos, cuya autora es Perla Suez, pero tiene un prólogo firmado por Saccomanno del cual extraje algunas notas que sirven tanto para la obra de Suez como para su más reciente libro, Arderá el viento, que obtuvo el Premio Alfaguara de novela 2025.

El prólogo comienza con la memoria y crueldad que revelan las palabras, las sospechas que estas traen a cuestas. Y es que “el acto de sospechar, constituye, ni más ni menos, una moral de la escritura: sospechar de la palabra. Porque en la sospecha hay un saber. Así como la paranoia siempre tiene algo de razón: Kafka, el mejor ejemplo”.

Ante la advertencia de Saccomanno, uno se percata que siempre hay que sospechar, en especial, de una novela que lleva por título Arderá el viento. Sabemos de antemano que hay una tragedia, pero luego nos percatamos que es más que una tragedia porque todos los personajes están implicados en esta historia que se divide en dos: “Nosotros” y “Ellos”.

No basta con decir que está contada en dos partes, si no que la primera consta de un párrafo, en donde se expone los hechos desde la aparición del cadáver, o más que los hechos, los involucrados en la historia de un pueblo, y la segunda, de 127 párrafos. No las conté. Están numeradas, porque la historia, que son muchas historias —de acuerdo a las versiones de cada personaje— tiene la virtud de ser armada con un tempo que, para contarla, basta un párrafo. No importa que tan corto o largo sea, es un párrafo, es una historia, son muchas historias.

Las referencias sobre literatura y música dan pistas al lector. El ritmo está marcado, bien sea por Maurice Ravel o el grupo ABBA, pero en todas el piano es protagonista y si no hay, no importa.

Una vez internado en Arderá el viento, no es casual el comentario: “El Concerto pour la main gauche en ré majeur, más conocido como el Concierto para la mano izquierda, se compone de un solo movimiento con las variaciones de dos contrarios. Empieza con un clima oscuro. El piano tiene una irrupción magnífica y enfrenta la orquesta”.

A veces el piano va solo, con las dos manos del ejecutante. La izquierda no está solitaria, como sugiere el nombre del concierto de Ravel. A ratos, hace un juego junto a la orquesta, pero no me crean, no soy especialista en esta área.

Arderá el viento también se enfrenta a una orquesta conformada por la nominación lacónica que el autor refiere cuando parte la historia en “Nosotros” y “Ellos”.

Una vez que aparece el cadáver, los cinco tiros de una 9 mm, estamos al inicio, en “Nosotros” —supongo que uno se debe incluir—, en exponer quién es quien en esta historia, ahora queda indagar las variantes que puede tener la verdad si es que esta sirve de algo. 

“Se estima que cuando uno empieza a escribir una narración —continua el prólogo de Saccomanno para Suez— parte de un saber tanto vital como de lectura. Pero basta internarse en la escritura para advertir que es más lo que se ignora que aquello que se supone conocer. Por eso los buenos relatos no son aquellos que dan respuestas sino los que abren interrogantes sobre la historia privada y la pública, la complicada red que conecta el infierno personal con el colectivo. Compartir un enigma conflictúa”. 

De alguna manera hemos participado en un crimen así no hayamos sido ejecutantes, formado parte del móvil. Basta con una palabra, una mirada, incluso con el silencio, que puede ser el crimen más atroz, que generalmente va acompañado de la indiferencia.

Guillermo Saccomanno está armado de un pulso literario adiestrado por “la materia con que trabaja, el lenguaje, su dúctil y engañosa maleabilidad”. Si usted está dispuesto a ver retratada una sociedad a propósito del infierno de un pueblo, se va a percatar que el viento siempre está presente, así como la literatura.

Un jardín de las delicias con asado

Si se mira con detenimiento El jardín de las delicias, de Hieronymus Bosch, El Bosco, se tendrá un buen punto de partida para abordar la novela Arderá el viento, del argentino Guillermo Saccomano.

La asociación es pertinente, antes que nada, porque Arderá el viento es una novela que tiende, con toda intención, a lo visual y lo escénico. Sus breves fragmentos bien pueden asociarse con las escenas de una producción fílmica, como lo afirma Saccomano en una entrevista. En ella todo invita a imaginarla sobre un escenario.

Tan clara es esta relación con lo escénico que en algún momento el narrador asume la voz de ese espectador molesto que, desde un asiento vecino al nuestro, cuenta por adelantado lo que está por suceder en la película: “Esta es la parte en que la mujer del malvado lo traiciona y encuentra las pruebas para que la Justicia lo condene. Y acá se suspende el capítulo de la miniserie de esta noche en que Dante piensa que las historias turbias de la Villa podrían ser funcionales para la construcción de una miniserie donde los personajes se conectan, como en la vida real, a través del sexo, la ambición, el crimen.”

Los indicios de esa vocación por lo visual abundan. El primer fragmento de la novela, por ejemplo, contiene una especie de dramatis personae, como suele aparecer en las obras de teatro; o, mejor aún, un casting, como se deja establecido en el propio texto.

La asociación con El Bosco tiene sentido también si se inquiere por el lado de la anécdota. Cierto que la novela no se presta para ser equiparada formalmente con un tríptico, pero no es menos cierto que hay en ella una evidente progresión que va de lo paradisíaco a lo infernal, con un largo intermedio de placer y lujuria, tal cual en El jardín de las delicias.

La particular familia, de aparente orígen hungaro, sobre la que se centra la historia, ha llegado a ese sitio porque sus miembros lo conciben como un “paraíso ario”, sin que importe el hecho de que finalmente termine siendo “el paraíso de los negocios sucios”.

 Tampoco es mera coincidencia que el desarrollo inmobiliario, que unos sospechosos empresarios mexicanos pretenden construir, esté destinado a llamarse Paradise Harbor.

De ese inicial paraíso se pasa a la estancia más larga de la novela, que está dedicada al placer. Moni, el personaje femenino alrededor de quien se teje toda la historia y alrededor de quien se desenvuelve el resto de los personajes, está marcada por la lujuria, la real y la otra, la imaginada, que ella trata con ahínco de representar en un finalmente fallido proyecto de novela.

Tomada de una personal ninfomanía, Saccomano ha creado a Moni como un personaje que no deja títere con cabeza a la hora de poner en acción sus dotes de cama. Una mujer seductora, real y figuradamente, para quien el sexo es, a la vez, instrumento de placer, de aprovechamiento y, por ende, de corrupción.

Y en esto de la corrupción Saccomano ha alcanzado, de manera magistral, el desideratum de toda obra artística de ir de lo particular a lo universal. Con toda certeza, el primer pensamiento que viene a la mente del lector, a medida que se adentra en la novela, es aquello de “pueblo pequeño, infierno grande”; pues no hay manera de reducir semejante ruindad colectiva a un aislado rincón del mundo. Ese conjunto de personajes y sus degradadas peripecias son un reflejo inevitable de una humanidad que ha perdido toda orientación moral. No hay un solo personaje, a lo largo de la historia, que merezca, de algún modo, la piedad del lector.

Arderá el viento de Guillermo Saccomanno consuma la alegoría moral de El Bosco. La novela traza la aparatosa decadencia de una sociedad empujada por la líbido y la corrupción hacia un verdadero infierno terrenal.

Un infierno con un omnipresente tufillo nazi, nada extraño, por cierto, a la experiencia histórica de Argentina como refugio de personeros del tercer Reich.

Quienes consideran la Villa un paraíso ario son quienes están presentes “en el momento en que la radio anuncia el final de un año y el comienzo de otro se alzan los aplausos, los gritos alegres y las copas desbordantes mientras los invitados entonan el himno compuesto por Joseph Haydn: Deutschland über Alles.” De fragmento en fragmento, Saccomano ha construido este llamativo concierto de la maldad que lentamente marcha hacia un proceso de purificación colectiva cuya violencia bien puede asimilarse al infernal último panel del tríptico de El Bosco.

Presentaron libro que revela injerencia de la CIA en Venezuela

La actualidad hace que las editoriales como El perro y la rana se aboquen a los temas de urgencia. Es por ello la presentación de “La injerencia de la CIA en Venezuela”, del escritor cubano José Luis Méndez Méndez.

La presentación estuvo a cargo del presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto, y del ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas. Fue acompañado por el viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente de El perro y la rana y del Centro Nacional del Libro (Cenal), Raúl Cazal y el presidente del Centro de Estudios Latinoamericanos y Caribeños Rómulo Gallegos (Celarg), Pedro Calzadilla, en la Librería del Sur Frida Kahlo ubicada en el Celarg, en Caracas.

Con base en archivos desclasificados, investigaciones históricas y entrevistas que revelan el uso de redes de terrorismo y operaciones encubiertas por parte de la CIA en Centroamérica y Latinoamérica, el libro del historiador y académico cubano Méndez Méndez organiza y contextualiza eventos recientes en Venezuela donde se explora el papel de agentes infiltrados, la actuación de sectores de la oposición de ultra derecha y tácticas de guerra psicológica y económica, todo vinculado a una agenda geopolítica imperial de los gobiernos de Estados Unidos.

En ese sentido, el ministro Ernesto Villegas señaló que el libro de Méndez Méndez, que ofrece una mirada histórica y crítica a mecanismos de intervención extranjera en la región, es “un aporte de acuciante actualidad” y representa un cambio fundamental en cómo se difunde la información. “Lo que antes había que descifrar y conseguir la prueba madre, ahora sale publicado en una red”, expresó.

Además, Villegas destacó el papel de El perro y la rana, a cargo de la edición de la obra de Méndez Méndez, como una “vanguardia editorial de los pueblos de Nuestra América”. Resaltó la importancia de las publicaciones que emergen con rapidez y pertinencia, afirmando que “El perro y la rana realmente es una trinchera de combate” que refleja la urgencia y la relevancia de sus temáticas.

Villegas no solo celebró la labor de esta editorial, sino que también destacó espacios como el Celarg, que ha logrado “exorcizar” sus orígenes en el camino hacia una vanguardia literaria compartida por naciones como Venezuela y Cuba, reafirmando su compromiso de ofrecer voces fuertes y necesarias en el contexto actual.

Abel Prieto, escritor y presidente de la Casa de las Américas, destacó la importancia de la publicación de Méndez Méndez y sus análisis para informar a nuevas generaciones, particularmente a los jóvenes que sucumben a la guerra cognitiva en redes sociales, y en la que, acotó, la CIA tiene su sello.

“Hay que darle libros a los jóvenes, porque en las redes sociales pasan de un tema a otro, se les fragmenta la imagen de la realidad. Todo eso es la famosa guerra cognitiva”, alertó Prieto.

La sombra de la CIA

Por su parte, el viceministro de Cultura y presidente de El perro y la rana y el Cenal, Raúl Cazal, destacó que “este libro viene con el propósito de mostrar todo el papel que ha tenido la CIA en Venezuela en los momentos actuales”, mediante un trabajo de contextualización y actualización hasta la fecha que evidencia cómo el accionar de la CIA ha evolucionado y no ha desaparecido, participando en asesinatos de presidentes, generando golpes de Estado y manteniendo dictaduras.

“Estamos para desactivar las mentiras y decir la verdad”, destacó sobre el trabajo de El perro y la rana en la edición de la obra.

Esta casa editora igualmente público de Méndez Méndez, en 2018, su libro Venezuela y la contrarevolución cubana, que muestra la vigencia de los lazos que hermanan a la nación venezolana con Cuba frente a acciones como la Operación Cóndor y múltiples formas de embate contrarrevolucionario promovidos por los Estados Unidos que no han podido quebrantar el hilo conductor de la Patria Grande.

Cazal recordó que la CIA tiene un historial en Venezuela, por el dominio de sus recursos, y que sigue todavía trabajando articulada y encubierta, “aunque tienen la orden de hacerlo de manera de frente, como decimos aquí en Venezuela”.

“Eso es lo que nosotros tenemos que mostrarle al mundo, lo que está sucediendo. Que además de todas las riquezas, además de todo el petróleo que es la gran reserva mundial que tenemos en Venezuela, pues hay una soberanía y hay un derecho internacional que este señor (Donald Trump) lo está llevando al tarro de basura”, dijo.

Tal como simboliza el diseño de la portada del libro, “esa ave que está tan lejos, que parece un pájaro inofensivo, el reflejo termina siendo esa sombra que siempre ha estado desde que se creó la CIA”, apuntó el viceministro Cazal.

Una publicación oportuna

El historiador Pedro Calzadilla explicó que el libro tiene dos partes: “una sobre los temas más recientes de la CIA en Venezuela, hablamos desde el 2015 hasta el 2025, y la parte histórica, que se refiere a la etapa de los años 60”.

Indicó que la publicación se edita en un momento muy oportuno, “porque estamos en el pico de las agresiones del imperialismo norteamericano y, por supuesto, de las acciones encubiertas que hace la CIA en Venezuela y muchas cosas más que quizás no vemos, pero ocurren”.

El autor del libro, José Luis Méndez Méndez, nacido en La Habana en 1948, cuenta con una trayectoria destacada como historiador, profesor, investigador y diplomático. Licenciado en Ciencias Jurídicas por la Universidad de La Habana, posee un doctorado en Ciencias Jurídicas y una maestría en Ciencias Políticas.

Ha publicado más de treinta libros en varios países, entre ellos La historia íntima de Luis Posada Carriles en la CIA (2017) y Escándalo Irán-Contras: conexión Miami (2025), lo que refleja su compromiso con la historia y el derecho internacional, así como su lucha por la verdad.

Además, ha sido galardonado con el Premio Nacional de la Academia de Ciencias y la Distinción Especial por sus investigaciones en Ciencias Sociales.

La obra de Méndez es esencial para académicos, estudiantes y cualquier persona interesada en las implicaciones de la intervención extranjera en la soberanía de los países latinoamericanos.

La 21.a Filven Táchira promovió el reconocimiento al potencial literario local

La 21.ª Filven Táchira se convirtió en una celebración de la palabra y la cultura, destacando la participación de escritores, editoriales, libreros, artesanos y cultores en el fomento de la historia local.

En la jornada de cierre se presentó el libro “Tatuco: Trabalenguas y retahílas”, de Balbino Loreto Zambrano, una obra que refleja la conexión del labriego campesino con su entorno. Enfatiza la herencia cultural andina, valorando la tradición frente a la influencia de elementos externos que amenazan la naturaleza y las costumbres locales. A través de cantos y descripciones vivas de personajes, la obra busca celebrar y preservar el folklore de los pueblos, invitando a la lucha por mantener vivas sus tradiciones.

Al cierre de este capítulo regional también se reconoció la labor de escritores y se rindió tributo a la trayectoria del homenajeado regional, Luis Hernández, cronista de San Cristóbal.

Isley Carrero, directora general del Gabinete del Estado Táchira, agradeció a las autoridades y al pueblo de la entidad andina que asistió al salón de lectura “Ateneo del Táchira”, para sumarse a las actividades de la feria. En especial, resaltó la importancia de estas iniciativas para fomentar la lectura y escritura entre los niños, niñas y jóvenes.

“Estamos orgullosos y felices de haber cerrado esta feria, y deseamos con ansias la próxima edición. Hay un trabajo grande por hacer en la promoción de la lectura y escritura”, afirmó Carrero, quien llamó a seguir respaldando los esfuerzos por el fomento de la cultura. Además, destacó el compromiso de los tachirenses por continuar promoviendo el amor por los libros con dedicación y humanidad.

Además de difundir la obra de escritores nacionales y locales, la feria estimuló la lectura entre los más pequeños con el pabellón infantil, que ofreció un mundo mágico con actividades como “Coloreando la Navidad”, pintacaritas y cuentacuentos.

El espacio dedicado a niños y niñas cerró con las actuaciones de mimos, brindando momentos únicos a los pequeños.

Obras para el disfrute de los tachirenses
En los tres días de la Filven Táchira, que se efectuó entre el 3 y el 5 de diciembre, se presentaron obras publicadas por editoriales públicas y privadas, como “La turpialita vuela en notas de un violín”, de Abrahan Colmenares; “Brote santo”, de Ernesto Román; “Efigies del bosque”, de Alejo Vivas; “Identidades espontáneas e inducidas” y “Educación intercultural bilingüe para los pueblos indígenas de Venezuela”, de Esteban Emilio Mosonyi.

Los lectores tachirenses también conocieron títulos como “Adioses”, de Aldemar Gamboa; “La prensa en el estado Táchira, 1844-1957”, de José Amable Escalante Labrador; “Pueblo in vitro: la ocupación del espacio en el nuevo territorio administrativo del Táchira, 1856-1889”, de José Antonio Pulido Zambrano; “Queniquea: un centro poblado del estado Táchira entre los siglos XVI y XIX”, de Ricardo León Castro Sánchez; “Sueños de cama”, de Niurka Valera; “Raíz de agua”, de Marcela Lunar; “Inteligencia artificial y estupidez natural”, de Jorge Millones.

Asimismo, fueron presentados los libros “Invierno de gracias” y “Palabra de hoja seca”, por Zócalo Editores; “Teatro del desencanto”, de Aníbal Grunn; “Tiempos”, de José Gregorio Cabello Patiño; “Milagro en la sala de espera”, de Marco Sierra; “La tentación de las perlas, tomo 1 y 2”, de Marc de Civrieux; “La presencia de Bolívar en Trujillo”, de Ubaldo García; “Complejos del ser humano”, de Armando Guerra, y “María Lionza. Divinidad sin fronteras”, de Daisi Barreto.

La 21.a Filven Táchira, que ofreció 32 actividades entre presentaciones de libros, exposiciones artísticas, conferencias y conversatorios, fue organizada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Centro Nacional del Libro (Cenal) y el Gabinete Estadal, en coordinación con la Gobernación del estado.

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En Güiria se inauguró la 21.ª Filven Sucre como símbolo de resistencia antiimperialista

La 21.ª Filven Sucre se inauguró en la ciudad de Güiria, capital del municipio Valdez, ubicada en la costa sur de la península de Paria con acceso al mar Caribe, históricamente reconocida como escenario clave en la gesta independentista de Venezuela y que este 8 de diciembre cumple 258 años de su fundación.

Una comparsa musical de niñas y mujeres de la localidad dio la bienvenida a los asistentes a la inauguración de esta feria, instalada en los alrededores de la plaza Bolívar de la ciudad.

En el acto participó Román Rojas, alcalde del municipio Valdez, quien expresó su satisfacción por el desarrollo de este evento tan importante para la cultura, que coincide con la celebración de los 258 años de Güiria.

El alcalde destacó cómo el pueblo sucrense ha sido un bastión de resistencia ante las amenazas imperiales contra el Caribe, sin perder la sensibilidad y amor por su cultura local. “Aquí hay un pueblo leal que ha resistido pero que sigue soñando en grande”, manifestó.

El alcalde saludó a los autores invitados a la feria, Gustavo Silva, activista, escritor especializado en afrovenezolanidad e investigador cultural, y César Franco Rivero, cultor popular natural de Manicuare, autor de cuentos, poemarios y obras de teatro infantiles.

La directora del Gabinete Estadal de Cultura de Sucre, Omaira Gutiérrez, resaltó la fuerza del pueblo cultor y el apoyo a los movimientos culturales que han definido a la región.

Variedad de obras y gran encuentro cultural

Tras la ceremonia inaugural, las autoridades realizaron un recorrido por el recinto ferial. Participan editoriales públicas, privadas e independientes, así como diferentes instituciones, con un abanico de obras de gran interés y variedad temática.

Está Librerías del Sur con novedades literarias de El perro y la rana, Monte Ávila Editores Latinoamericana y Biblioteca Ayacucho, editoriales adscritas al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Asimismo, se encuentran publicaciones del Fondo Editorial IPASME César Solorzano, la Defensoría del Pueblo, la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, la editorial Trinchera, entre otras.

Además, a propósito de conmemorarse este 8 de diciembre los 258 años de Güiria, la Filven Sucre acompaña al 2do Festival Internacional de Cine Gran Mariscal de Ayacucho (Fecigma) y a la 3era Expoferia Cultural de la ciudad, que de manera simultánea se han desarrollado entre presentaciones musicales, teatrales y dancísticas para el disfrute de los asistentes.

La 21.ª Filven Sucre, un espacio para el encuentro, la lectura y la generación del pensamiento crítico, estará abierta hasta el domingo 8 de diciembre.

21.ª Filven se inauguró en Lara para afianzarse como baluarte de la soberanía cultural

La 21.ª Filven Lara se inauguró en la Biblioteca Pública Central Pío Tamayo de Barquisimeto, con novedades literarias y una amplia programación que se extenderá hasta el sábado 6 de diciembre, bajo el lema “Leer humaniza”.

Al ritmo de aguinaldos y parrandas, se inició el acto encabezado por el gobernador del estado Lara, Luis Reyes Reyes; el viceministro de Fomento y Economía Cultural, Raúl Cazal; el alcalde del municipio Iribarren, Yanys Agüero; el director del Gabinete Estadal de Cultura, Marcos Sarmiento, y autoridades de la entidad.

El gobernador de la entidad, Luis Reyes, invitó a la población larense a disfrutar de las novedades editoriales que ofrece la Filven. Subrayó la utilidad del libro como herramienta de investigación y formación en diversos ámbitos. “La variedad de libros que existen nos permite tener conocimientos en diferentes áreas de la vida”, comentó.

Reyes hizo énfasis en la importancia de fomentar la lectura en escuelas y universidades. Además, reconoció el impulso del comandante Hugo Chávez a la promoción de este hábito en el territorio nacional, mediante la difusión masiva de libros y el respaldo a sellos editoriales del Estado.

Humanidad y soberanía

El ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, se sumó a la celebración a través de un audio en el que destacó la realización de la feria en “circunstancias históricas”, en las que “pretenden hacer girar la vida alrededor de la guerra”.

“Frente a los cañones, las letras, los versos, la poesía, la literatura. Leer humaniza, y con esa humanización de nuestro pueblo, con esa conciencia, responsabilidad, respeto y solidaridad, nosotros nos convertimos en una nación invencible”, aseguró Villegas, quien catalogó al estado Lara como “potencia cultural” y cuna de diversas manifestaciones tradicionales.

Asimismo, el viceministro Raúl Cazal destacó que la Filven y la lectura son derechos adquiridos por el pueblo venezolano. Indicó que la feria es un espacio para la difusión de la identidad nacional que hace frente a la narrativa “no creíble” planteada por el gobierno de Estados Unidos contra Venezuela.

“Aquí estamos festejando la vida. La Filven es una bandera para la humanidad, para defender nuestros derechos, nuestra memoria y nuestra soberanía (…) Menos pantallas, más libros. Nosotros somos libres y soberanos”, afirmó.

Homenaje a la palabra escrita y a la literatura local

La 21.ª Filven Lara honra a Rolando Graterol, escritor e historiador, nacido en El Tocuyo, con una trayectoria de más de 25 años en el campo de la investigación y la docencia. También rinde homenaje a Mirna Víes, docente de larga trayectoria dedicada a la gestión educativa en el estado Lara.

“La palabra escrita queda sembrada en el tiempo para que las futuras generaciones obtengan información. Escrito está y escrito queda: la historia local e insurgente y la pedagogía del amor que tiene que ver con la invitación de la Filven a leer. Con la lectura se forman hombres y mujeres con pensamiento crítico”, expresó Víes.

En el evento se realizó la entrega de un reconocimiento a la ganadora del Concurso Literario Juvenil Teresa de la Parra, Katherine Ferrer, cuyo texto se inspiró en la mitología wayúu. Asimismo, se entregaron certificados a Andreína Alcántara y Félix Gutiérrez, cursantes del diplomado Tiempo Narrativo Venezolano, mención cuento.

Programación diversa y novedades editoriales

La Filven congrega a editoriales nacionales públicas y privadas, que ponen a disposición del público una amplia y diversa gama de nuevos títulos. Entre ellas, se encuentran El perro y la rana, Monte Ávila Editores Latinoamericana y Biblioteca Ayacucho, adscritas al Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC).

Además, el evento literario alberga presentaciones de libros, conversatorios, foros, recitales, presentaciones musicales, obras teatrales y talleres dirigidos a todo público.

La 21.ª Filven Lara estará abierta al público de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. hasta el sábado 6 de diciembre. La feria se desarrolla en paralelo con la 21ª Filven Táchira, como muestra del compromiso del Estado venezolano con la promoción del libro y la lectura.

La 21.ª Filven en Táchira, Lara y Sucre

La 21.a Filven, máxima fiesta del libro y la lectura del país, se instaló en los estados Táchira, Lara y Sucre.

Este viernes 5 de diciembre la Filven desarrolla actividades simultáneas en estas entidades, bajo el lema Leer humaniza.


En San Cristóbal los libros tomaron con la Filven el “Ateneo del Táchira” el miércoles 3 de diciembre, con actividades literarias hasta este viernes 5; en Lara la cita con las letras inició este jueves 4 en la Biblioteca Pública Pío Tamayo de Barquisimeto y se extiende hasta este sábado 6; mientras que en Sucre la celebración de la palabra es en la plaza Bolívar de Güiria y alrededores a partir de este viernes 5 y hasta este domingo 8.

La Filven rinde homenaje a escritores regionales y nacionales y promueve el encuentro entre autores y lectores con presentaciones de libros, recitales, conferencias, talleres y expresiones culturales. Las niñas, niños y jóvenes cuentan con el tradicional pabellón infantil y juvenil.

El público puede disfrutar de las novedades literarias de editoriales públicas, privadas e independientes, entre ellas las de El perro y la rana, Monte Ávila Editores Latinoamericana y Biblioteca Ayacucho, adscritas al Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC).

Las ediciones regionales de la Filven son organizadas por el MPPC, a través del Centro Nacional del Libro (Cenal) y Gabinetes Estadales de Cultura, en coordinación con autoridades locales.

Joven conquista el camino literario e inspira a las nuevas generaciones en la Filven Táchira

La joven Angywilcus Luz Victoria Barreto Monsalve recibió en la 21.a Filven Táchira su certificado como una de las ganadoras del Primer Concurso Nacional Juvenil de Literatura “Teresa de la Parra”, género cuento, con “Hacia el Monte Roraima”.

Este concurso es promovido por el Centro Nacional del Libro (Cenal), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Como parte del premio se editó un libro con las 42 obras galardonadas de los 220 manuscritos postulados desde diferentes estados del país, en las categorías carta, cuento y ensayo.

Este 4 de diciembre, la tachirense de 15 años recibió su certificado como ganadora y un ejemplar de la antología del concurso de manos del gobernador de Táchira, Freddy Bernal, quien indicó que el logro de la joven refleja “el talento que tenemos en el estado y las proyecciones del futuro. Hay que apoyarla, difundir su obra y hacer que otros niños y niñas sigan ese ejemplo y vean que sí se puede”.

El cuento narra la historia de tres amigos que, tras haber explorado el estado Táchira con sus familias, se embarcan en una nueva aventura hacia el Monte Roraima, en el Parque Nacional Canaima, estado Bolívar. A lo largo de su travesía, los protagonistas se encuentran con un grupo de yanomamis, con quienes realizan un intercambio cultural, mientras aprecian la belleza del Santo Ángel.

Amor temprano por el libro


Barreto mostró su interés por la escritura a una temprana edad, gracias a la motivación de su madre, quien siempre la alentó a la lectura y a ser excelente estudiante. Su pasión por la literatura se intensificó tras leer “El principito”, lo que la impulsó a comenzar a escribir relatos, ensayos y cuentos a partir de los 12 años.

“Desde muy chiquita, mi sueño siempre ha sido explorar Venezuela. El Monte Roraima siempre fue un lugar mágico para mí, un orgullo para mí como venezolana”, expresó.

La joven también fue reconocida en un concurso internacional sobre literatura, donde su cuento “Noches de sueños galácticos” fue seleccionado para una antología de cuentos infantiles de fantasía y magia. En este relato, unos hermanos se embarcan en una aventura para explorar el universo a través de diferentes planetas fantásticos.

El concurso internacional fue organizado por la editorial Pájaros de papel, que tiene presencia en países de Latinoamérica y el resto del mundo, incluyendo España, Colombia, Venezuela, México, entre otros.

La promoción de nuevos talentos literarios es parte de la agenda de la Filven Táchira, que estará abierta hasta este 5 de diciembre en el Salón de Lectura “Ateneo del Táchira”, en San Cristóbal.

La 21.ª Filven Táchira se inauguró como espacio para honrar la historia local

La 21.ª Filven Táchira se inauguró en el Salón de Lectura “Ateneo del Táchira”, municipio San Cristóbal, donde se expondrá la oferta de editoriales públicas y privadas junto con una programación literaria que se extenderá hasta este viernes 3 de diciembre.

En la actividad participaron la directora general del Gabinete Estadal de Cultura, Ysley Carrero; el director de la Dirección de Comunicación e Información de la Gobernación (DIRCI), Yepfri Argüello; el homenajeado regional de la feria, Luis Hernández, y el escritor Ubaldo García.

“Es gratificante tener este tipo de actividad en nuestro estado, más aún cuando honramos al doctor Luis Hernández Contreras”, expresó Isley Carrero, quien recordó que, a diferencia de otras ediciones, “esta vez decidimos homenajear la historia de nuestro San Cristóbal”.

En línea con ese objetivo, el Ateneo del Táchira, que tiene más de 120 años, es el espacio idóneo para honrar la trayectoria de Hernández, cronista de San Cristóbal, que “ha trabajado incansablemente en todo el territorio tachirense” para preservar su identidad, expresó.

El rescate de la memoria es crucial en momentos en los cuales EE.UU. impulsa una escalada belicista en el mar Caribe, con la pretensión de justificar una intervención en Venezuela. Frente a esas intenciones, la vida nacional evidencia la conciencia soberana de los venezolanos. “Estamos en un pueblo libre, soberano, en un estado seguro y con múltiples actividades. La parte cultural forja la identidad, la memoria y la historia de un pueblo”, refirió la directora general del Gabinete Estadal de Cultura.

Carrero también llamó a fomentar la lectura como herramienta crítica ante el impacto de las redes sociales y las nuevas tecnologías. “Es fundamental que nuestros niños y jóvenes tengan conciencia de trabajar lo escrito y la palabra, y no solamente la inteligencia artificial”.

Epicentro de la lectura

Luis Hernández, el homenajeado regional de esta edición, enfatizó la relevancia de la Filven como espacio de encuentro para los amantes del libro y la lectura en la entidad.

“Es un orgullo realizar esta feria en este salón de lectura, que es el epicentro de la cultura tachirense y el epicentro de las anteriores ferias del libro. Aquí se reúnen y se congregan todos los que estamos interesados por las letras y la promoción del libro”, indicó Hernández, vicepresidente de la Asociación de Cronistas y de la Academia de Historia de la entidad andina.

A la feria también asisten como invitados Marcela Lunar, poeta, actriz, productora, docente universitaria y gestora cultural, y Ubaldo García García, escritor y docente. Como invitado internacional, participa el escritor colombiano Eunaldo Amaya Loaiza.

Asimismo, la 21.ª Táchira rinde homenaje en el ámbito nacional a los escritores Judith Valencia, Esteban Emilio Mosonyi, Marc de Civrieux, Gonzalo Fragui y Juan Calzadilla.

Agenda diversa

Tras el acto inaugural, las autoridades recorrieron el recinto ferial para apreciar las novedades literarias ofrecidas por 18 expositores, como Librerías del Sur, Trinchera, Zócalo Editores, Emporio didáctico, El rincón del poeta, Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, Fundajau, entre otros.

Asimismo, se exhiben los títulos de El perro y la rana, Monte Ávila y Biblioteca Ayacucho, editoriales adscritas al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

La entidad andina se convierte en el noveno estado en recibir a la fiesta del libro y la lectura en su recorrido regional, luego haberse realizado con éxito en los estados Guayana Esequiba, Zulia, Aragua, La Guaira, Falcón, Mérida, Nueva Esparta y Amazonas.

La feria permanecerá abierta al público hasta el viernes 5 de diciembre, con más de 32 actividades, entre presentaciones de libros, exposiciones artísticas, conferencias, conversatorios; además, niños y niñas podrán disfrutar del Pabellón infantil.

La Filven Táchira es organizada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Centro Nacional del Libro (Cenal) y el Gabinete Estadal, en coordinación con la Gobernación del estado.

Bolívar al son de nuestros días

Simón Bolívar tiene muchas aristas para hacer biografías. Es por ello que abunda literatura sobre su vida y pensamiento. Tiene los elementos para ser interpretado desdediferentes ópticas. Una palabra suya, una idea, un decreto de principios de la gesta libertadora, pueden ser utilizados en su contra siglos después. Pero todo tiene su contexto, porque, una vez que regresa del exilio en el Caribe, el Libertador ya no es el mismo hombre de la clase mantuana de la que formó parte.

Él es la revolución, de Sergio Guerra Vilaboy, es un libro que hace visible el contexto de las acciones y utopías de este hombre que con el transcurrir de los siglos no pueden ignorar quienes lo adversan en el tiempo. Tiene por subtítulo Biografía política de Simón Bolívar y en la portada de la coedición del Centro de Estudios Simón Bolívar y Monte Ávila Editores Latinoamericana (2025) el Libertador aparece con unos lentes oscuros, que en la narrativa de las redes sociales quiere decir “genio”.

La figura de Bolívar es quizás una de las fuerzas que el imperio de turno tiene y tendrá por enemigo. Su pensamiento sigue siendo clave para detonar la defensa de la independencia y la soberanía, porque ser bolivariano es sinónimo de revolución, de insurrección antiimperialista.

Desde las primeras líneas de Él es la revolución, el historiador cubano Guerra Vilaboy nos advierte de la profusa documentación que existe sobre el Libertador y la variada bibliografía que sobre él se ha publicado, destacando en cada caso la posición política de los autores, porque, en definitiva, todo lo escrito tiene ese signo. 

Esta biografía tiene la particularidad de centrarse en sucesos que marcaron las acciones militares y los decretos cuyo contenido generalmente hacen surgir dudas sobre el Libertador. La narración comienza evocando el día en que, “hace ahora 200 años, Simón Bolívar remitió desde Lima a los mandatarios de la América Meridional las invitaciones al congreso de Panamá”. Se refiere al 7 de diciembre de 1824, dos días antes de la victoria de Ayacucho.

La estrategia narrativa que utiliza el autor es similar a la de Gabriel García Márquez en Crónica de una muerte anunciada. Conocidos los sucesos, interna al lector en qué fue lo que sucedió. Aunque a diferencia de la crónica del Gabo, no hay ningún crimen, sino el que la opinión pública peruana tiene contra Bolívar desde hace dos siglos y que en unas pocas páginas se puede entender por la diafanidad con que Guerra Vilaboy expone los hechos –con documentos debidamente referenciados– que explican por qué la oligarquía no perdona al Libertador después de que lo nombró dictador y, por donde pasaba, le hacían ofrendas que declinaba en favor de sus colaboradores. 

El crimen de Bolívar fue decretar “el derecho de los aborígenes a sus tierras”. Firmado el 4 de julio de 1825, este disponía que “para evitar las usurpaciones de los curacas y hacendados sus propiedades no podían ser vendidas durante veinticinco años, ni pasar a poder de la Iglesia”.

La claridad revolucionaria de Bolívar de estos años, no es la misma que en los inicios de la gesta independentista, cuando su condición de clase solo le permitía ver los avances y retrocesos, triunfos y derrotas, como un asunto meramente militar. 

El historiador Guerra Vilaboy no oculta las acciones del Libertador que a lospolíticos conservadores les son antipáticas, sino que las expone y les da el contexto en que fueron tomadas: decreto de Guerra a Muerte, la detención de Francisco de Miranda, el juicio a Manuel Piar, por tan sólo mencionar algunos de los hechos que de alguna manera, entre bolivarianos cuesta entender o explicar al no tomar la debida distancia por las pasiones que genera Bolívar.

Él es la revolución es una expresión del mariscal español Pablo Morillo, quien conoció Bolívar en 1820 en Trujillo, cuando acordaron el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra. 

Bolívar sigue siendo la revolución 200 años después y muchos más. No es un mero título, es una bandera izada. Es una biografía que se le debía al Libertador y Sergio Guerra Vilaboy nos la entrega para entender nuestros tiempos, que también son los de ayer, tiempos de decadencia de imperios.